Entradas desordenadas:

Facebook no facilita la posibilidad de rescatar entradas antiguas con comodidad, así que el desorden cronológico con que se suceden en este blog se debe a ello. Sólo con tiempo y paciencia se puede ir cada vez más atrás localizando reflexiones y pensamientos dignos de ser recuperados; la búsqueda resulta muy cansadora. Este blog hace una selección de la participación de Brigantinus desde su inicio... e introduce otras posibilidades no previstas en su origen... como "lo que no escribí en facebook" ... que, según creo, es la que encuentro más atractiva.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Tertia consideratio

Este grupo se llama "deuteroaprendizaje" que significa "segundo aprendizaje", o sea aprendizaje de segundo nivel: aprender a aprender. Y cuando pensamos en ello pensamos en alguna versión de "aprender a estudiar" como se conoce vulgarmente esta actividad analítica: una reflexión sobre como aprendemos cuando tenemos que estudiar algo. 

Sin embargo falta una palabra para indicar aquella clase de reflexión que no va dirigida a los "estudiantes" propiamente dichos, sino a los que ya estudiaron hace tiempo en la enseñanza oficial y ahora, años o décadas después reflexionan sobre su actividad porque han seguido "estudiando". Si fuéramos lógicos tendríamos que llamar a esta clase de estudios: "el tercer aprendizaje", ya que no se trata de aprender a aprender sino de descubrir lo que a uno le ha ido sirviendo, a través del tiempo, para recuperar aquellas cosas que se estudiaron y para volver a utilizarlas en diferentes contextos.

Quizá alguien que domine la lengua griega se le ocurra un nombre para este nivel de reflexión, similar a deutero aprendizaje. O lo podríamos llamar en latín algo así como "tertia consideratio", según se me ocurre buscar su traducción en el inefable traductor del google.

Lo que quiero decir (y me obligo a reducir mis "sensaciones" a palabras)es que hay un nivel de aplicación de las técnicas de aprendizaje muy tardía y que pocos alcanzan y necesitan. Son aquellos que siguen estudiando en la edad en que se supone deben enseñar o dedicarse a jugar a los bolos en sus momentos libres.

No existe, en nuestro idioma, palabras que identifiquen al que sigue estudiando más allá de haber alcanzado su cúspide productiva; y ya no busca adquirir conocimientos para aplicarlos a un proyecto, o para convertirlos en un medio de vida sino que, simplemente, prefiere seguir aprendiendo para entender lo que, sospecha, en su momento creyó entender y ahora intuye que no lo aprendió bien, o que sacó conclusiones apresuradas y por lo tanto superficiales, o que se quedó a medio camino en algo que tenía más miga de lo que creyó entrever.


Es a esta actividad, y la reflexión que origina, desde la perspectiva de las herramientas que utiliza tal supuesto y raro pensador, a la que me refiero como "tertia consideratio". Por ejemplo; si nos encontráramos, en un decir, en ese supuesto nivel, pronto se haría perceptible que las notas propias son la fuente más importante de datos que nos pueden servir. Y la gestión ( o administración) de esas "notas" una tarea significativa que requiere pensar seriamente sobre ellas: sobre las notas y su tratamiento posterior para que cumplan mejor su función de proveedoras de datos. 

Esta clase de indagaciones son del tipo "tertia", ya que poco o nada interesan a los estudiantes en su etapa universitaria; y raramente llegan a preocupar a los que se limitan a transmitir conocimientos básicos a sus estudiantes; que al fin de cuentas, es lo que intentan, con mayor o menor fortuna, los profesores universitarios.

No confundamos; cualquier profesor, o estudiante, acostumbra a guiarse por sus notas; pero las que me refiero no son recientes, ni tienen un objetivo concreto. Son aquellas que resultan de la reflexión prolongada y oportunamente cerrada en un pasado casi siempre lejano. 

viernes, 25 de marzo de 2016

Una breve contribución para entender nuestras tribulaciones

30.9.2014

Hace ya bastante tiempo, vivo en Barcelona, que tengo la fuerte impresión de que "el problema catalán" no existe. Que, en realidad, que pasa en Cataluña y la forma de resolver la cuestión de su encaje con el resto de España es, en esencia, una cuestión de gran calado que tiene que ver con la forma en que el pueblo español interpreta conceptos claves como "democracia", "gobierno", "pueblo", "soberanía", "nación"y “Estado de Derecho".

Para decirlo en términos más resumidos: lo que habitualmente se suele llamar "el problema catalán", debería ser denominado en términos más globales como: "el problema español". Un enfoque muy antiguo de concebir las relaciones entre pueblo y gobierno, comunidades locales y estado. 

Dudo, y sigo dudando -todo hay que decirlo-, que la cuestión merezca ser analizada aquí. No tanto por desprecio al foro sino porque ya me resulta evidente que difícilmente llegaremos a una conclusión consensuada. Pero bueno, siempre (me digo) que "por mi que no quede", y aunque soy profundamente escéptico sobre las cualidades razonadoras nuestras cuando se combinan con creencias muy arraigadas también pienso que es probable que me equivoque, y así tomar una decisión de silencio puede ser la posición más cómoda y no necesariamente la más respetuosa. 

Me arriesgo, entonces, a exponer de manera sintética, resumiendo hasta el límite del aforismo, un pensamiento que debería tener mayor complejidad, referencias históricas y matices no menos importantes. 

1.

Empiezo por el principio. Hay dos formas básicas de democracia: la directa y la representativa. Como su nombre indica la directa supone que todos los implicados se reúnen en un lugar, discuten las cuestiones en liza y toman decisiones por mayoría.

En la segunda, en cambio, los implicados eligen "representantes" por un período determinado (o por cuestiones determinadas) y son estos últimos los que toman decisiones por mayoría.

La primera es la más sencilla, y es la que se da espontáneamente en los pueblos primitivos (como las pequeñas tribus del Amazonas); también cuando no hay mucha gente en la comunidad, y por supuesto es la más habitual entre los niños cuando, entre iguales, se enfrentan a una decisión colectiva. 

La primera es la más idealizada, también, porque supone la participación igualitaria de todos los implicados, y se la supone dotada de nobles virtudes, maravillosas, casi divinas, aunque en la práctica no se suele contabilizar todas las veces en que esas decisiones colectivas han conducido al grupo a un callejón sin salida.

No pretende desdeñarla, ni mucho menos, pero si sugerir que se debe mirarla con desconfianza tanto por su inmediatez (en las decisiones) como por la posibilidad de ser manipulada (por pequeños grupos perfectamente orquestados). 

2.

La democracia representativa es más sofisticada. Supone que un individuo, un igual entre iguales, se hace cargo de los pensamientos y preferencias de sus representados y actúa como si ellos estuvieran de cuerpo presente

Obviamente es imposible que en la práctica se produzca tal fusión entre representante y representados, pero se entiende -para ser prácticos- que si hay buena fe y el representante es honrado (que no "honesto" que es otra cosa) la "fusión" pretendida, operará de manera suficiente como para que las cosas funcionen bien; aceptando, naturalmente, que puede el representante dejarse llevar por sus propios pensamientos y apetencias, pero al serlo por un plazo determinado queda abierta la posibilidad de que sus representados lo reemplacen cuando llegue el momento por alguien más “fusionado".

La teoría es también sencilla, aunque no tanto como en el caso 1. Los pueblos primitivos la ensayan en algunos casos, los muy desarrollados la consideran perfecta -es decir que le atribuyen méritos descomunales- y los niños he observado que también apelan a ella, en los casos en que terminan peleándose y la democracia directa no es posible, aunque -dependiendo de la edad- prefieran acudir a un tercero investido de la autoridad y de la fuerza necesaria: un adulto, o sea un árbitro más competente. A veces las sociedades humanas apelan a este extremo: el árbitro. Pero nunca en cuestiones vitales con gran carga emotiva. 

3. 

Naturalmente que entre estos dos arquetipos platónicos de toma de decisiones democráticas hay casos mixtos, intermedios, y poco definidos. A veces las dictaduras surgen de la democracia directa directamente, y otras, en no menor cantidad surgen de democracias representativas que sólo representan a los representantes. Pero si miramos los extremos quizá comprendamos mejor si nos dirigimos hacia el norte o hacia el sur.

4.

Entrando en materia se puede decir, sin temor a exagerar, que la democracia de tipo 2, la representativa, es el modelo unánimemente aceptado y deseado en todo el mundo contemporáneo desarrollado. 

Aunque el diablo suele anidar en los matices, y esto es algo que critican causticamente los anti-sistema. Los más representativos son los anarquistas que consideran a la democracia representativa un nido de víboras que hay que tener controladas. Y la mejor manera la hallan en limitar el mandato de tal forma que los "representantes" tengan un mandato “revisable”, sujeto a diferentes comprobaciones y que están obligados a abandonar, en cualquier momento su función, si la mayoría de los representados, reunidos en Asamblea, deciden que ya está bien de esa política.

Las discusiones que se dan en "Podemos" actualmente, junto a las discusiones que espontáneamente surgen en cualquier otro movimiento popular y asambleario muestran la clase de preocupaciones que rumian los que miran a la democracia representativa de tipo 2 como una fuente constante de traición al pueblo y de enriquecimiento ilícito.

No andan descaminados en el diagnóstico, aunque el remedio puede llegar a ser peor que la enfermedad, en tanto la mayoría de la gente no se interesa por la política y maldita la gracia que les hace que la molesten constantemente para reunirse en la próxima asamblea. Basta con dar una ojeada a las comunidades de vecinos para captar ese estado de ánimo, apreciable por cualquiera que viva en una ciudad.


5.

Entrando más en tema, o sea entrando en España, hay que considerar otro hecho que no es una teoría sino un "estado de ánimo" permanente y subyacente. Tan habitual que normalmente ni siquiera es entrevisto. 

Me refiero a una reacción visceral, instintiva, emocional y colectiva de "suspicacia" por las razones que mueven a las autoridades a establecer cualquier clase de norma o cualquier clase de decisión.

En realidad no es instintiva de la especie humana; otros pueblos carecen de ella, como los japoneses (para mencionar uno, pero no el único), y más cerca de nuestra casa tenemos a los alemanes que suelen ser llamados "cabezas cuadradas" entre otras cosas porque ingenuamente creen que la autoridad "autoriza", como si no supiesen que la autoridad "va siempre a lo suyo" aunque no tengamos idea de en qué consiste eso tan suyo. Pero haberlo, haylo.

Este elemento sería anecdótico, puramente folk, sino fuera porque se entremete en la toma de decisiones y se interpone, en nuestra Iberia, como una sombra funesta entre el representante y sus representados.

6.

El que ha tenido la paciencia de seguirme hasta aquí quizá avizore por dónde voy. Y hasta puede pensar que no descubro nada nuevo. Pero en este caso mi respuesta sería de este tenor:

No se trata de descubrir algo nuevo, sino de ver como opera en un caso concreto, y como nos equivocamos al llamar "caso catalán" a lo que es profundamente español, de tal manera que los catalanes son más españoles de los que ellos creen y de los que otros españoles de la península sospechan.

7.
Hago notar, abundando un poco más en la tradicional desconfianza popular, que es normal en nuestra tierra alabar las decisiones judiciales con las que estamos de acuerdo, y negarle a las que no nos gustan cualquier elemento de objetividad o cordura. Es evidente que esta conducta resulta tan habitual y permanente que nadie se fija en ella, no es noticia.

8.

Abreviando que es gerundio: los españoles, todos, preferimos instintivamente la democracia directa, asamblearia, donde uno vota lo que quiere y no hay tu tía.

En su defecto aceptamos la "representativa" con la estricta condición de que los representantes sigan fielmente nuestros intereses, preferencias, prejuicios, y, por supuesto, nuestros valores aunque manejen información que no nos llega, sea por su naturaleza tanto como por no tenemos ganas de perder el tiempo estudiándola.

¿Cómo combinar lo que deseamos y lo que estamos obligados a aceptar? De esta manera: elegimos representantes para que trabajen y tomen decisiones, pero priorizamos, como señal de alerta y control, las "manifestaciones" públicas y ruidosas, con esloganes fáciles de memorizar, a manera de síntesis correcta en la solución de un problema complejo. Una buena manifestación, intensa y dramática como procesión de Semana Santa, y con melopeas coreadas por la multitud, nos ofrecen la seguridad del sentir popular que se expresa de manera clara y sencilla ¡Y los representantes que escuchen! que para eso tienen orejas.

Somos demócratas de corazón, asamblearios de siempre y escépticos profundos que aceptan los rituales jurídicos y estatales como una ornamentación provisional que se sustenta en la aprobación displicente de la gente mientras ésta se dedica a otra cosa.

9.

Por eso el caso catalán es en realidad el "caso español". Porque mucha gente, muchísima, incluso hasta me atrevería a decir que la mayoría, considera que las leyes deben durar, hasta que se logra reunir una cuantas y buenas monumentales manifestaciones.

Que la democracia supone tener leyes "flexibles" para que dónde hoy digan "dije" mañana se pueda decir "diego". 

Nota: esto es algo que dicen a coro periodistas y muchos políticos y a mi me llenan de perplejidad porque, pienso, en cualquier otro país civilizado un razonamiento de esta clase no sería llamado "político" sino "mendaz" u otro termino peor.

Es también el "caso español" porque los funcionarios que ocupan los puestos de gobierno dicen, en paralelo, que piensan incumplir las leyes y que también quieren cumplirlas, que la democracia es representativa y que lo que manda son las manifestaciones callejeras, y que las autonomías son soberanas porque lo dice la constitución... si se la interpreta "políticamente".

Esta clase de falacias son muy españolas, propias de cualquier parte de nuestro caótico Estado, sólo falta que se den algunos estímulos apropiados para que surjan como las setas después de la lluvia.

10.

Creo que fue Ortega y Gasset quién en las discusiones del congreso en 1931 polemizó con Azaña, a raíz justamente del nuevo estatuto para Cataluña que el gobierno presentaba a la aprobación de sus señorías, que "El caso catalán no se soluciona, sólo se conlleva”. Pues bien, parafraseando a nuestro ilustre paisano, bien podríamos decir que España se conlleva, se aguanta y hasta uno puede llegar a quererla en sus contradicciones imposibles. Lo último es psicológicamente seguro porque se ha comprobado muchas veces que a padres absentistas corresponden hijos que los añoran.

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La clase media y el ser humano

24.12.2013

Se me ocurre una analogía. Para el budismo el estado de "animal" no favorece la búsqueda del nirvana porque éstos no poseen la suficiente inteligencia para comprender el mundo más allá de los sentidos. 

El estado de "dioses" (que los budistas aceptan, pero sólo como un período transitorio, igual que cualquier otro ser vivo) tampoco es el adecuado ya que viven en un estado de placer y autocomplacencia que les impide, también, ver más allá de los sentidos. 

Sólo el "humano" es el estado propicio para conquistar el nirvana porque tiene suficiente inteligencia para entender lo que sucede y sus causas y el suficiente dolor para buscar la forma de eliminarlo; para impulsarlo a hacer un esfuerzo radical y definitivo. 


En cierta manera lo que llamamos "clase media", ni ricos ni pobres, sería el equivalente "humano" de los tres estadios mencionados arriba. Es la única clase que tiene la capacidad de pensar la revolución y de intentar alcanzarla. Los marxistas se equivocaron de sujeto. 

El azar

6.12.2014

Lo confieso; prefiero que gane el azar. No me gusta el arquetipo de una providencia planificadora; me parece muy estúpida la idea. 

¿Qué gracia puede tener un juego tan soso que excluye el azar o una fuerza antagónica de similar potencia? La existencia del Diablo es una tímida respuesta; pero en tanto figura secundaria, ángel caído, no tiene el poder de poner en peligro la creación divina. Los maniqueos, con gran inteligencia, imaginaron dos fuerzas primordiales en continua pugna; una especie de "serie de TV" que se eterniza en infinitos capítulos. 


Pero los cristianos, musulmanes y judíos carecen por completo de imaginación; quizá por eso es que lograron triunfar; siempre gana el peor, o casi siempre, porque en algunos y brillantes casos ¡Gracias a Dios! tenemos el azar para compensar.

Releer

8.12.2014

Estos días, aparte de mis otras lecturas, empecé a releer -en orden cronológico- las novelas de Henning Mankell con el inspector Wallander como su figura principal. Las había leído allá por el 2002, 2003 y los siguientes años en que se publicaron; por cierto de manera desordenada, lo cual dificultaba la comprensión de los cambios que sufrió el protagonista. Voy por la cuarta: "El hombre sonriente"; las tres primeras son, en este orden: Asesinos sin rostro, Los perros de Riga y La leona blanca.

Conservo todas las novelas de la serie hasta la última, mejor dicho la penúltima, porque Tusquets editó al final otra que no se ajusta a la serie citada. Ésta última no la leí, me doy por satisfecho con todas las que tengo en dónde llega Wallander a su estado final, cuando se inicia su Alzheimer.

Lo que me alegra es que apenas recuerdo detalles secundarios pero sin que me quiten para nada el placer de volver a descubrir la historia como si la leyera por primera vez.

Es algo que he hecho varias veces en mi vida cuando topé con un autor especial; luego de leerlo, dejar el libro en maceración varios años (o décadas) y luego retomarlo una vez que creo haberlo olvidado en todo o en parte.

Estas lecturas me ofrecen un placer singular ya que no sólo vuelvo a leer un libro que sé que me ha gustado sino algo más sutil, algo que se relaciona con el tiempo en que lo leí por primera vez.
No conozco a nadie de mi entorno que haga lo mismo, a pesar de recomendarlo cuando surge alguna oportunidad. 


Me pregunto a que se debe esa regla invisible que algunos siguen: no releerás. Incluso aunque uno se acuerde de todo, o casi, ciertos libros lo merecen; sólo las novelas del género policíaco, y similares, conviene que el tiempo sea más largo. Me pregunto una y otra vez ¿Por qué la gente no relee? No termino de entenderlo

jueves, 24 de marzo de 2016

Nacionalismo "democrático"

28.10.2012

Se me dirá que todos los países tienen nacionalistas, desde los ingleses hasta los japoneses y desde los noruegos hasta los esquimales. Y que por cierto hay un montón de minorías "nacionalistas" en todos los países, o en casi todos (como los Kurdos en Turquía). 

Pero todo ello es un fenómeno de reciente, post XVIII, en tanto el Estado Moderno fue reemplazando progresivamente a las Casas Reales. Y es esta evolución histórica la que ha creado al Estado, a sus ciudadanos... y a sus nacionalistas; y por rebote a los nacionalistas que se quedaron sin él; y que quieren ser "iguales" que los otros. 

No obstante el Estado moderno está en crisis, y sólo son verdaderamente reales  los Estados (con su cuota de soberanía indiscutible) de las grandes potencias; los otros son "de mentirijillas" lo cual no quita, para nada, que tengan un nacionalismo muy fuerte y pujante ... como se puede apreciar por doquier. 

El desafío catalán, o escocés, o flamenco, o de cualquier otra parte del mundo, es un movimiento anacrónico, sin dejar de ser contemporáneo;  fundado en la ilusión de que que España, Italia, o Rumanía, son verdaderos Estados aunque en realidad mueven menos dinero, poder y capacidad de decisión que las grandes multinacionales. 

Una ilusión alimenta a otra ilusión, y nuestras emociones alimentan un nacionalismo virtual, literario, histórico y en última instancia tan sustancial como una pompa de jabón. Esto más que una ideología política se parece a una religión laica (en tanto su Dios, está en los cielos, y es tan inasible como la “nación” con que nos identificamos).

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Se me dirá que hay nacionalismos "democráticos" y yo pienso que casi todos lo son, mientras no pueden hacer otra cosa. Una cosa, y lo ratifico a diario, es "ser nacionalista” como individuo y otra muy diferente es el nacionalismo en el poder, como grupo político. Cuanto más nacionalismo con poder más autoritarismo, más propaganda masiva, más lavado de cerebro en los medios que se controlan, más educación regimentada, más presión contra los que no creen en la mística nacional, porque se necesita todo eso para mantener viva la ilusión de que “hay algo” después de todo. 

En cierta forma pasa como con las religiones; son todas muy respetables, pero ¡ay! cuando alcanzan el poder real. El cristianismo lo demostró en el siglo IV; El imperio con Constantino se hizo “cristiano” y se acabó el cristianismo de las catacumbas para surgir la Iglesia de los palacios.

Hay en el nacionalismo, un deseo ímplícito y subyacente de poder omnímodo que surge de su propio origen;  si se mantiene dentro de límites razonables no es por voluntad propia sino porque el medio hostil y competitivo no le deja ir más lejos. 

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Coincido contigo José que los nacionalismos son terroríficos ("han acabado con las manos manchadas de sangre"); y los que no, es simplemente porque no han tenido suficiente curso histórico para crecer y manifestar todas sus posibilidades. Cualquier nacionalismo, sea francés, español o catalán o gallego, o argentino, norteamericano o japonés. 

Una cosa es amar el lugar dónde uno nació o donde uno vive toda la vida (o gran parte de ella) y otra cosa es convertir ese amor en una "ideología" que hace prevalecer el poder y reparte los privilegios en exclusiva hacia la capa de la población que tiene en común, sobre todo, ser "nacionalista". Una cosa es amar a nuestra madre, y otra es ser “mamaísta”.

Todas las ideologías son peligrosas si se las deja a su aire; pero el nacionalismo es la más peligrosa de todas porque no necesita absolutamente nada para prosperar nada más que el deseo de ser superior por el mero hecho de estar en esa tierra un poco antes que el recién llegado. 

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¿Separarse de las zonas más pobres?

1.11.2012

Coincido con Elorza en que la historia se mitifica (siempre para servir a intereses presentes), y en la crítica que hace de la falta de ajuste de Cataluña a España. Esta falta de ajuste sólo es vivida en Cataluña, en otras partes del Estado o se niega o se falsea (recordar las bromas comparando al "catalán" con el español, al estilo del "escocés" con el inglés). La prensa general no analiza el problema, y la mayoría de los españoles quedan engañados entre la falta de información y las preocupaciones de la vida cotidiana -muy lejos de captar lo que funciona mal en el Estado-. Esta falta de ajuste es muy seria, y si se niega completamente termina siendo similar a "barrer bajo la alfombra"... llega un momento en que se levanta mucho polvo. 

No es posible que una región puntera sea machacada para mejorar sistemáticamente las peores, hasta tal punto que se termina estando mejor en "las peores" que en las mejores. Si alguien piensa que esto es un estado estable destinado a durar para siempre, debe ser un tonto de nacimiento o un aprovechado sin conciencia. El argumento que se maneja en Cataluña es peligroso (me refiero a que los que están mejor no tienen porque aguantar a los que están peor, resumiendo mucho los argumentos centrales), con esta misma lógica la Cataluña independiente debería deshacerse de aquellos territorios que estando dentro de Cataluña sean evidentemente pobres, de esta manera el nuevo estado emergente tendrá más posibilidades de triunfar. Y con la misma lógica los Estados europeos deberían particionarse dejando a la deriva sus zonas miserables o poco productivas. Así tendríamos una Francia más reducida, pero más rica, una Italia igual, una Gran Bretaña lo mismo y así de seguido. 

Con todas las tierras que no se abastezcan a si mismo, podríamos formar una Europa mala (al igual que un "banco malo") y dejársela que la administren los chinos, que ya tienen práctica en eso. Por eso creo que esta lógica perversa no es realmente el núcleo de la cuestión, sino lo esencial es el fracaso del Estado Español (representado simbólicamente por Madrid) por crear un país dónde sus zonas punteras sean locomotoras reales de progreso y no bueyes que arrastren un carro decimonónico. 


Yo no sé muy bien como se puede hacer eso; no quiero caer en la supuesta sabiduría de los tertulianos que pareciera que tienen la llave de todo. No lo sé. Pero si sé que se puede encontrar la raíz del problema, aunque no sepa como se soluciona éste. Sobre todo cuando este problema dura mucho tiempo y sus efectos se hacen muy evidentes.

Estar "sobreinformado"

9.12.2012


La "sobreinformación" no es fácil de medir. Hay personas que se indigestan con leer el diario todos los días; y para otras es una ración mínima, de supervivencia. Propongo un criterio subjetivo: uno está en un estado de "sobreinformación" si la información que recibe cansa por lo repetitiva, o completamente inútil.   

En mi caso el información sobre "el calentamiento global" entra en la sobreinformación. Otro caso, muy habitual, sería escuchar las noticias, luego de estar enterado.

El segundo criterio sería aquella cuyo grado de utilidad para nosotros (en un sentido amplio, entendiendo que excluye aquella que afirma, confirma y contraría nuestros valores y creencias) es cero. 


En mi caso enterarme de la fractura del peroné de un jugador desconocido en un partido de futbol que desconocía... sería sobreinformación.

martes, 22 de marzo de 2016

¿Cuando estamos seguros de "ir al cielo"?

3.12.2012

[ ‘¿Por qué mentimos… en especial a nosotros mismos? de Dan Ariely ]

El autoengaño es inevitable, piensan algunos autores; tiene que ver con la supervivencia. A veces me he quedado pensando en la terrible dificultad que implica el mito de "ir al cielo" o "al infierno" según los actos cometidos... ya que ¿cómo se podría establecer una valoración de ellos? ¿Se va al infierno si uno piensa que es "malo", o sólo si "objetivamente" el acto es malo? ¿o se necesita el concurso de ambas condiciones?

En el primer caso se podría ir al infierno por actos buenos que el causante interpreta erróneamente; si es el segundo la cosa se complica, porque ¿cómo establecer una valoración objetiva? teniendo en cuenta todas las variables que afectan al caso, y el impacto sucesivo de las consecuencias que hacen variar la valoración a mediano o largo plazo, ya que actos "buenos" hoy pueden tener malas consecuencias mañana o pasado mañana; y viceversa. 


En fin, un verdadero lío que Dios nunca ha aclarado pertinentemente a sus sacerdotes. Esto también me ha llevado a pensar que el mito es producto de mentes sencillas que no advierten la complejidad que está implicada en cualquier concepto aparentemente simple. No se trata de la falta de complejidad de la mente divina sino de la mente infantil que inventa la fábula. ¿Cómo explicarle a un niño que sus acciones no tienen ni una única causa ni un solo efecto?

Hay "protestas" con efecto y "protestas" para casa

4.12.2012

[ ‘Se veía venir...', dos abuelos de Soria predicen la crisis en 2007 ]

Las protestas en las Redes también pueden convertirse en "el opio del pueblo” (dependiendo del momento). 

En muchos casos reemplazan a las antiguas imprecaciones, brujerías y maleficios. Basta con protestar, agregar alguna palabra mal sonante… y ya está. 

Llegan a constituir una forma de expresión más “intelectual” de la vieja y tradicional imprecación al cielo. Para los más activos y dinámicos, en cambio, nada reemplaza a una buena manifestación (que funciona como las antiguas procesiones); y para los más rebeldes y agresivos: quemar algunos contenedores y romper los escaparates de los sufridos comerciantes. 

Y luego a casa con la satisfacción del boy scout que ha completado su labor diaria; y a charlar con los amigos si queda un poco de tiempo libre antes de volver al tajo.

Cuando no hay tormenta de fondo, todo esto esto forma parte de la espuma cotidiana. 

El "problema" de las reglas

5.12.2012

A menudo aparece el problema de la reglas sólo cuando la regla ha de ser puesta en cuestión. 

"El hecho fundamental aquí es: que establecemos reglas, una técnica, para un juego, y que después, al seguir las reglas, las cosas no salen como habíamos supuesto. Que, por decirlo así, nos enredamos en nuestras propias reglas

(Philosophische Untersuchungen, p.125; en G.Brand "Los textos fundamentales..." Alianza, 1987, 137)

lunes, 21 de marzo de 2016

¡Sólo quiero hablar MI lengua!

Cada idioma es una ventana desde dónde se mira al mundo con una perspectiva diferente de ahí que todos los idiomas tienen algo que aportar, de la misma forma que lo que se ve por cada ventana de un edificio es el mismo paisaje, pero en el que se divisan cosas algo distintas.

El rechazo que sentimos en España, igual que en otros países, hacia el aprendizaje de lenguas es una combinación tóxica de pereza y soberbia.

Y en este sentido pensaba, hace años, que en algunas partes de España, como en Cataluña, se abría una perspectiva nueva en tanto el bilingüismo se hacía, por primera vez oficialmente, una realidad abarcadora e integradora. Mis esperanzas se fueron por el suelo al contemplar el resurgimiento del añejo tribalismo hispánico y el forcejeo por imponer exclusivamente una lengua sobre la otra; aquí el catalán sobre el castellano, so pretexto, mentiroso, de la relativa debilidad del catalán. 

Lo que ahora queda claro de aquella defensa del bilingüismo, que viví en los últimos años del franquismo y los primeros de la democracia, era, simplemente, una trampa política para arribar con el tiempo a un nuevo monolingüismo sustitutivo del anterior.

En uno de los libros de Umberto Eco, “La búsqueda de la lengua perfecta”, Crítica 1999 (1993), el autor, en el último capítulo habla del enriquecimiento que proporciona el conocer y el compartir lenguas. Y en este capítulo se menciona como una lengua desconocida, fuera del reducido círculo territorial dónde se habla ( ver ) presenta rasgos que son muy atractivos para cualquiera que se interese por ellos. 

Eco recuerda la jesuita Ludovico Bertonio que ya en 1603 publicó “Arte de lengua aymara”, seguido en 1612 de su “Vocabulario de la lengua aymara”. El sacerdote observó que ésta era una lengua de extraordinaria flexibilidad, con gran capacidad de crear neologismos y como idioma resultaba particularmente notable para expresar abstracciones

Estudios más recientes, continua Eco, demuestran que el aymara se basa en una lógica trivalente, a diferencia de los idiomas europeos que utilizan una lógica bivalente, verdadero/falso, y que por lo tanto es capaz de expresar de manera sencilla pensamientos que para nosotros requieren “engorrosas perífrasis”.

Más aún, la flexibilidad del aymara lo convierte en lo más cercano a la “lengua perfecta” en tanto es capaz de expresar cualquier pensamiento producido en otras lenguas “mutuamente intraducibles”, con el único inconveniente que lo que puede expresarse en aymara no siempre es posible contarlo, literalmente, en nuestras lenguas; lo cual hace que la traducción tenga mano única y no de ida y vuelta. 

Sin embargo esta lengua es minusvalorada en los países como Perú, Bolivia y Argentina, donde parte de la población la habla. Aquí veo la huella nefasta de nuestra ascendencia que al colonizar esas tierras llevó también la soberbia y la ignorancia instalada en el corazón de los conquistadores y predicadores. 

¡Qué pena que en Cataluña los nacionalistas quieran, por todos sus medios abortar un bilingüismo natural, enriquecedor y que promueve, por su sola presencia, el interés por conocer no solo dos lenguas, sino de ir más allá para conocer todas aquellas que están a nuestro alcance.


Un ejemplo muy ilustrativo, nada esperanzador, de que un pensamiento exclusivista, aunque se oponga a otro pensamiento exclusivista, no por eso se hace más abierto. Lo opuesto a la tontería, en la práctica, puede ser otra tontería… de color diferente. 

Los hechos y lo que significan

21.3.2016

Según este [ ver ] estudio Donald Trump es un orador de nivel elemental. Lo cual me hace pensar que de esta información se podrían sacar dos conclusiones opuestas:

1. Su nivel indica el grado de baja alfabetización de un sector importante de los votantes conservadores; probablemente una masa inculta aunque no desprovista de dinero. (conclusión negativa)

2. Su nivel indica un grado de perspicacia de sus votantes por encima de la media; ya que son capaces de entender que más allá de las palabras y su retórica D.T. atiende a lo más importante: la realidad que critica y defiende. (conclusión positiva)

También se pueden sacar conclusiones intermedias, igualmente razonables.

¡Y después que me digan que "los hechos hablan por sí solos"!

Demostrando lo que se quiere demostrar

10.12.2012

Aunque mis comentarios sean sosos y poco estimulantes prefiero seguir así, ya que me sentiría mal si fuera traidor a mi razón. 

Esto viene a cuento porque el análisis de Antonio tiene, a mi juicio, serios defectos metodológicos, o dicho con otras palabras más sencillas, puede reflejar la verdad o adulterarla en igual medida. 

El principal defecto, que además percibo en diversas polémicas que se dan en nuestro entorno (de facebook) se halla en tomar la parte por el todo, dando igual peso a un fenómeno multitudinario que a otro relativamente escaso. 

Estamos influidos, quizá, por los medios de comunicación que hacen uso y abuso de esta falacia mostrando imágenes de niños heridos o muertos, o viejecitos con la mirada perdida o un mar de banderas que dan mucho más impresión que simples cabezas juntas (cosa que ya descubrieron los nazis con sus manifestaciones populares tan dramáticas). 


Resumiendo: se puede hacer una crítica a cualquier país, a cualquier idea, o a cualquier persona, seleccionando un montón de casos particularmente desagradables. Esto tiene un efecto demoledor en nuestras mentes si aceptamos sin más la retórica de la argumentación que demuestra lo que se quería demostrar.

Enseñando "solo" en catalán

16.12.2012

[Carlos Brigantinus Barbatus comentó la publicación de Jose Javier Villalba Alameda.]

Antes de que alguien se sienta tocado en sus partes más íntimas... por favor, que se acuerde que este grupo se llama "Destripando ideas"

¿Y los más ricos? [de la sociedad catalana] A estos ya les va bien el catalán para hablar en la intimidad, o en los actos oficiales; el español para hablarlo dónde lo necesiten, y el inglés para hablarlo en todo el mundo. Esos sí que no tienen el menor problema.

¿Y que pasaría con la clase media? Que los que quisieran ya se espabilarían con escuelas privadas y otros medios. De la misma manera que ahora se mueven para que sus retoños aprendan inglés todo lo más pronto posible.

Analicemos las cosas con calma... sin exabruptos ni saltos histéricos (o de alta emotividad). ¿Qué pasaría con los más pobres de estas regiones? Que aprenderían la lengua que más les servirá para su primer empleo, y que si aprenden además el español lo harán con más garbo e interés, y no como ahora desganadamente y hablándolo (y escribiéndolo) cada vez peor.

Dado que el nombre de este grupo es "Destripando ideas" (y no es un nombre casual), me atrevo a poner en cuestión algunas "verdades" que no son más que supuestos (eso sí, todo lo legítimos que deseemos). 

¿Por qué no se puede en Cataluña enseñar todo en catalán -en la escuela pública-? ¿O en Euzkadi todo en vasco? ¿Qué problema habría? Desde el punto de vista de los parlantes del español la diferencia sería tan mínima que sólo con un microscopio se detectaría. 

La lengua española no sentiría ni la menor vibración sísmica (al igual que cuando sube o bajan las personas de un paquebote). Además el "español" ni siquiera es, ahora, español, así que a efectos lingüisticos la desaparición de toda España (pongamos por caso que, de pronto, todos los españoles se pasen al esperanto) no ocasionaría grandes consecuencias en el desarrollo ascendente del español, que depende, hoy por hoy, más de lo que pasa en USA que de lo pasa en Iberia. 

Y por otro lado tendríamos a los catalanes (y a los vascos y hasta a los gallegos) contentísimos. Y también... los que aprenden el español desde su más tierna infancia, ya que podrían poner muchas academias de "español" en estas tierras y se forrarían como nunca.

Lo más me fastidia del nacionalismo (catalán, español o nipón) es que cualquier crítica que se haga a su política, en cualquier orden (pedagógico, municipal, cultural o sociológico) no es una crítica cualquiera, y por lo tanto debería ser valorada por sus razones y por los hechos en que se basa, sino que se convierte en una crítica a una entidad abstracta y altamente emotiva: ¡La patria! ¡La nación! ¡España! ¡Cataluña! o ¡Japón! (y la última referencia no es broma... aún los japoneses no se han hecho autocrítica de como trataron a los países asiáticos que cayeron bajo su dominio durante la 2GM). 

Así... es jugar sucio. Me recuerdan esas discusiones de pareja dónde uno argumenta y el otro le responde: "¡Tú, tú, tú NUNCA me quisiste!"

Qué nos espera

21.12.2012

[Carolus Brigantinus Barbatus comentando un enlace de Rosa Sala Rose.]

Así es, "no ha hecho más que empezar". Internet está aún en su primera adolescencia y nosotros en una situación equivalente a 1912 (con todos los cambios del siglo XX por delante). No podemos imaginarnos el mundo que vendrá; cualquier intento en esa dirección es equivalente a imaginar los colores para un ciego de nacimiento. 

Obviamente muchos de nuestros valores y modos aceptables de vida se irán al basurero de la historia. No porque se haya probado su falsedad; eso casi nunca sucede. La gente no cambia de opinión por medio de operaciones lógicas; simplemente se cansa… y pasa a otra cosa.

Frente a los cambios que nos caerán sobre la cabeza la mejor actitud, y probablemente la única razonable, es observar con atención y mucho humor en el análisis. 


Es verdad que algunas cosas seguirán igual y algunos valores se mantendrán, pero como decía aquel empresario sobre su publicidad y lo que le costaba: "sé que el 50% es inútil, pero lo que no sé es cual 50%" 

El "Yo" como entidad psiquica

12-13.11.2011

Entiendo que el "Yo" existe como un fenómeno mental más, y su existencia se puede observar tanto por introspección como indirectamente en la conducta de los otros. Los "fenómenos mentales" existen, mientras su portador físico tenga vida; de la misma forma que puedo decir que la luz que en este momento me ilumina (artificial) existe... mientras tenga electricidad. 

Obviamente lo podemos complicar más y poner en tela de existencia no sólo los fenómenos mentales sino también las cosas materiales, en tanto un análisis microscópico muestra el vacío donde antes se aparecía una materia sólida e impenetrable. En este sentido, supongo que si se pudiera aplicar un microscopio electrónico a los fenómenos mentales, también se observaría que están vacíos, o que son el resultado temporal (como una chispa) de operaciones químicas en los circuitos neuronales. Pero al igual que el conocimiento de las propiedades atómicas de lo sólido no nos impide usar las cosas, el conocimiento de los soportes físicos de los fenómenos mentales tampoco nos impide sentir angustia, felicidad, o darle seguridad a nuestro yo con eficaces autoengaños. Aquello que Galbraith llama "el fraude inocente".

[…]


El Yo no es un autoengaño, en tanto fenómeno observable (indirectamente). Tiendo a pensar que el Yo es el causante de los autoengaños más comunes, para preservar su robustez. 

Para el budismo... bueno, habría que analizarlo a fondo, y yo no soy el indicado (ya que no me considero "budista" sino sólo un admirador -de entre las religiones me parece la más razonable- aunque lejano porque no soy religioso en absoluto; y pienso que son opciones a extinguir... a la manera de Goethe cuando decía que los que cultivan las ciencias y las artes tienen religión). 

Pero en mi modesta opinión el budismo no considera el Yo un fenómeno ilusorio, aunque sí vacío. Lo interesante del budismo es que siendo 500 años más antiguo que el cristianismo, tiene ciertas intuiciones que casan muy bien con la mentalidad del siglo XXI. Por lo menos en Física. Pero insisto que no debe darse a mis palabras ninguna importancia más allá de ser, en el mejor de los casos, un estímulo para profundizar personalmente. 

El otro día repasaba un pequeño librito que recomiendo fervorosamente; se trata de "La economía del fraude inocente" de John Kenneth Galbraith, Crítica, y comprobaba como el fenómeno de autoengaño puede ser también un hecho colectivo, y además muy importante en la sociedad del presente. El que lo lea, o relea, que tenga presente esta cuestión; comprobará el daño que puede causar algo tan común como el autoengaño, personal o colectivo.

domingo, 20 de marzo de 2016

El valor científico de las rogativas piadosas

20.3.16

El archivo de datos meteorológicos es muy reciente; poco más de un siglo, y necesitamos muchos más para poder calcular las variaciones “normales” que sufre el clima terrestre. El Departamento de física, de la Universidad de Extremadura, ha dado con un fuente atípica y que sin embargo resulta muy fiable: las rogativas que, en caso de pertinaz sequía, los fieles elevaban al cielo para que, por intercesión divina, éste se aviniese a mojar la tierra como era de costumbre.

Revisando mi archivo de revistas de Investigación y Ciencia me encuentro con un interesante artículo firmado por Fernando Domínguez Castro, del citado Departamento universitario. (IyC., enero 2012, “Reconstrucción de sequías”, pp. 16 y 17). 

Los datos están muy bien conservados porque ya desde muy antiguo se seguía un procedimiento muy protocolizado, burocrático, a pesar de su carácter religioso-místico. 

Cuando los agricultores se cansaban de tener una metereología desfavorable avisaban de la cuestión a las autoridades. Éstas, una vez confirmada la desdicha colectiva, iniciaban el proceso encargando las pertinentes rogativas a la Iglesia. 
Las autoridades religiosas convocaban al sacerdocio, en caso de que procediese la rogativa, para que se las escribiera y darles adecuada publicidad; acompañadas, o no -dependiendo de la gravedad del momento- de solemnes procesiones y otros actos destinados a hacer visible la preocupación de la feligresía. 
Todo el procedimiento, muy rápido para las costumbres de la época -dos o tres días a lo sumo-, quedaba debidamente registrado y estos archivos sirven ahora para precisar las épocas de sequía y su duración. 

Las rogativas pro-pluvia son, ahora, una fuente de documentación adecuada para evaluar los cambios climáticos en aquellos tiempos. Dependiendo de la gravedad de la crisis el procedimiento incluía desde simples rogativas (si llovía a continuación, obviamente no se iba más allá) hasta misas, procesiones intra o extra muros, exposición de reliquias guardadas en las iglesias y peregrinaciones a santuarios reputados por su poder de intercesión. 

Con estos registros la cátedra de física ha generado un importante gráfico que se basa en más de 450 volúmenes de actas y libros capitulares de la catedral de Toledo. El gráfico abarca el largo período que va desde 1500 hasta 1900, y cubre toda clase de fenómenos metereológicos. 

El proyecto sigue en marcha para poder reconstruír la gravedad y distribución de las sequías, a escala peninsular, durante los últimos cuatro siglos. 


Está demás agregar la intensa felicidad que este pequeño artículo me ha provocado, al constatar que “hasta el pelo más delgado hace su sombra en el suelo” (José Hernandez, "Martín Fierro") y que más allá de los éxitos religiosos en la manipulación del clima peninsular se encuentra la sublime constatación que nada de lo que se guarda en nuestros archivos es inútil. ¡Bendito sean los archivos y los hombres de fe que siguen hurgando en ellos, buscando entender mejor nuestro pasado para mayor gloria del presente!

Sobre Marx

4.11.2013


Ventura Gude

Escohotado siempre es interesante por su capacidad de transgresión, por su audacia en temas considerados casi tabúes. No sé cuánta razón le asiste y habría que leer ese segundo volumen, pero por por la entrevista de ABC Cultural parece adoptar una postura excesivamente visceral respecto a Marx y el comunismo.

Carolus Brigantinus Barbatus:
No lo he leído. Tampoco el primero. Gracias José por traer aquí la entrevista; me ha interesado tanto que estoy pensando en comprarme los dos libros, aunque quizá empiece por el segundo. En cuanto a la visceralidad del autor, nada puedo decir porque comparto bastante su manera de pensar, luego si conjugo el verbo (yo visceralizo) a la manera de Bertrand Russell (Yo soy firme, Tu eres testarudo, El es un tonto cabeza dura) podría decir algo parecido a: Yo sensatizo, Tu exageras, El ... 

Ventura Gude
Muy ingenioso tu comentario, Brigantinus, pero a la hora de un análisis intelectual y nada menos que de todo un sistema ideológico que tuvo tremenda repercusión en la historia de la humanidad, se diría que se requiere menos posturas "apriorísticas". Por ejemplo: ¿a qué viene eso de que los lbros de Martx los publicase Engels o su familia, o el tendero de enfrente? Hábleme del valor de los libros y déjese de detalles irrelevantes, que sólo arrojan un deseo de ningunear… 

Carolus Brigantinus Barbatus:
Es verdad Don Ventura que la edición de sus libros tiene poco que ver con el valor de la obra de Marx, como que se "tirase" a su sirvienta de toda la vida tampoco agrega ni quita nada. Ni siquiera los forúnculos que lo torturaban merecen un comentario. En este sentido Escohotado debería abstenerse de ofrecer esos datos que son irrelevantes. (O sí quiere ser exhaustivo en su análisis... otorgar a estas particularidades su lugar en la obra del pensador). Cuando lo lea veremos más a fondo los argumentos pertinentes. Mientras tanto, todo hay que decirlo, Marx pudo haber sido genial como creador, pero sinceramente en su vida privada distaba de ser simpático. Aunque también ello es motivo de controversia. Recuerdo haber leído que gente de su círculo lo ensalzaba por su simpatía, su bonhomía, su don de gentes; creo que cuando entramos a fisgar en la vida de los hombres que dejaron una huella profunda en la Historia, hay para todo los gustos. 

¿Confusión deliberada?

12.11.2013

[Fernando Savater: "Que los catalanes puedan decidir solos, es asumir ya su independencia” lavanguardia.com]

No pretendo tener la última palabra, ni acabar con el debate. Sólo expreso lo que pienso conforme a mis conocimientos sobre un Estado de Derecho. 

En cuanto a la observación que me hace Jaume, creo que confunde el significado de la palabra "conjunto" en términos jurídicos con otros significados posibles, como el matemático. 
Cada disciplina tiene su vocabulario preciso, mezclarlos sólo lleva a la confusión total. Debemos distinguir entre razonamientos políticos, jurídicos o de otra clase. Por cierto que suele decirse que los argumentos políticos están por arriba de los jurídicos (o así lo he escuchado), literalmente hablando es una afirmación falsa. 
La política compete al parlamento, pero la aplicación de las leyes al poder judicial; y no hay colisión ni puede haberla entre ambas esferas. Si se quiere modificar una ley, cuestión política, debe hacerse conforme a derecho; no vale que una asamblea (aunque sea de millones de personas) lo decida por sí y al margen del ordenamiento jurídico. 

Se puede invocar precedentes históricos... pero volvemos a la cuestión inicial: si se produce una "revolución" o "golpe de estado", el ordenamiento jurídico anterior queda anulado por la fuerza de los hechos; no hay una prolongación y cambio del Estado de derecho, sino un empezar de nuevo gracias al poder de la fuerza bruta. 


Incuestionablemente la fuerza es capaz de crear nuevos Estados, pero si no se quiere apelar a ella, entonces no queda otra solución, en un Estado de Derecho, insisto, en ajustarse a las normas establecidas y a cambiarlas conforme al procedimiento establecido; no hay una "tercera vía", sólo hay dos: o respetar el Estado de Derecho o hacerlo saltar por el aire.

Mente y repetición

29.11.2013

Comparto tu análisis estimado José. [Carolus Brigantinus Barbatus comentó la publicación de José Biedma López.]

¡Exacto! El rosario es un excelente descubrimiento de alta tecnología, aunque parezca caduco. Tiene por lo menos dos mil quinientos años de historia, si no más; y es un gran descubrimiento porque supone que los que lo hicieron tenían suficiente experiencia como para evaluar con precisión los efectos mentales de la repetición. 

La misma tecnología que se aplica en los mantras; la misma tecnología que contiene los consejos del hinduísmo sobre cómo convertir un lugar en "sagrado" en el ámbito que habitamos; un espacio al que sólo se puede entrar puro, libre de emociones negativas, y que así deviene terapéutico por sí mismo.

La "Constitución" constituye; no es goma de mascar


15.12.2013

[Carolus Brigantinus Barbatus respondió el comentario de Juan Manuel Lopez Carral. “Cataluña, ¿es posible independencia sin solvencia?”

¡Que no es legal, coño! Y las leyes están para cumplirse, o reformarse si hay quorum para ello. ¿Qué pasaría si A Coruña quisiese independizarse de Galicia y de paso de España? ¿Y si se supiera a ciencia cierta que el 80% de los coruñeses están de acuerdo, cambiaría en algo la ilegalidad del acto? Si todos, absolutamente todos, los vecinos de un barrio o pueblo de España decidiesen por absoluta unanimidad convertirse en República Independiente ¿Sería por existir unanimidad menos ilegal el acuerdo? 

Diera la impresión que por más “día de la Constituciónque se celebre en nuestro País, muchísima gente sigue sin tener ni idea de la función que cumple en el ordenamiento jurídico una Constitución. ¿O es que ésta tiene fecha de caducidad? definida, al margen de lo dispuesto por la propia Constitución, cuando una parte minoritaria del Estado donde rige… decide considerarla caducada ¿Pensáis un poco en lo que estáis razonando? ¿Qué clase de democracia asamblearia, completamente al margen de nuestro ordenamiento jurídico, estáis proponiendo, tan sueltos de cuerpo como llenos de literatura del género histórico?


Si nuestro régimen legal fuese asambleario no tendría ningún objeción a que se proponga la “independencia de Cataluña”, igual que la “independencia de Barcelona", o de “la región de los Monegros”. Pero lo que no se puede hacer, si queremos mantener un mínimo de cordura que facilite nuestra convivencia, es elegir hoy un sistema político, cambiarlo al atardecer y renovarlo por la noche según nuestro humor y el viento que sopla en el momento. Sólo pido coherencia ¿es demasiado pedir por esas Tierras?

Neal Stephenson y la evolución de la ciencia ficción

17.12.2013

De Neal Stephenson leí los tres libros de Criptonomicón y Parte de la saga de la Era del Diamante. Este autor tiene bastante éxito por su mezcla de elementos tecnológicos y científicos (criptografía, virus informáticos, memes, etc.) Pero hace ya varios años de ello. Tiene un estilo que algunos llaman punk y yo lo llamaría "enrevesado", consiste en saltar de una cuestión a otra o en cambiar el tiempo de la narración, y ahí te apañes.

No es mi preferido ni mucho menos; me gusta más la novela rica en ideas que hace pensar pero que mantiene un orden normal para no gastar energía mental en lo puramente formal.  De los demás que citas [respuesta a José Biedma] no leí a ninguno... hace unos cuantos años que estoy lejos de la c.f. que, como te cuento, terminó por aburrirme.

Me sucedió al revés con el  género policíaco que en los últimos años se ha renovado bastante introduciendo temas sociales y mostrando psicologías muy diferentes (caso de la novela negra nórdica). En cambio la c.f. se ha quedado con pocas ideas conformándose con el barroquismo en su forma (algo así como los políticos que no tienen otra cosa que decir apelan a la bandera). Pero también es una etapa; no la doy por muerta.

Mitos o leyendas

31.10.2011

Los mitos se diferencian de las leyendas en que éstas tratan de personajes o situaciones reales, que efectivamente sucedieron, aunque no en la forma que la leyenda describe (http://es.wikipedia.org/wiki/Mito#Diferencia_entre_el_mito_y_otro_tipo_de_narraciones). 

Pues bien ¿Se plantea un creyente si los relatos fundacionales de su creencia son leyendas o historia? Aquí tenemos una cuestión interesante para analizar. 

El mito (como nombre general que incluye también a las leyendas y las fábulas) es diferentemente tratado, según las "reglas de juego" que apliquemos. 

En el campo científico, el mito es rechazado porque no se lo considera real, y si se lo estudia lo será en tanto "fenómeno social", una clase de creencias que influyen en la gente. 

En el campo político, no importa que el mito no sea real, mientras produzca efectos en el presente su aceptación está asegurada por los militantes. 

Y en el religioso, el mito, en forma de leyenda, debe ser creído como real, hechos increíbles que efectivamente sucedieron; cualquier duda o crítica es rechazada bajo severa pena de anatema. 

La misma persona tiene un enfoque distinto según se considere en un campo o en otro.

Un científico puede usar su mente racional y su aparato lógico para rechazar una hipótesis que no se sostiene con las evidencias a su alcance; simultáneamente puede creer que es posible una sociedad comunista, fascista, anarquista o capitalista perfecta (aquella dónde la libre competencia rige el mercado sin monopolios o intervenciones que la desnaturalicen); también, paralelamente considerar que el universo fue creado en seis días y que en el séptimo el Señor descansó. Y además ¡sin sentirse que cae en contradicción alguna! 

¿No es extraordinario como funcionamos?

sábado, 19 de marzo de 2016

El papel del individuo en la Historia

7.11.2011

En mi modesta opinión, y luego de largo proceso de reflexión -gran parte del cual lo empleé en luchar contra la confusión que me provocó la propaganda política de izquierda- he he terminado por concluir que los bolcheviques en realidad lo que hicieron fue dar un golpe de estado disimulado con el teatral nombre de "Revolución". La verdadera Revolución Rusa sucedió unos pocos meses antes, en febrero de ese año, y fue la que tuvo como premio la abdicación del Zar Nicolas II

Éstos, el Partido Socialdemócrata Ruso (bolchevique), no contaban con la mayoría del pueblo, ni siquiera con una parte importante y para más escarnio, a continuación de su particular golpe, se dieron el lujo de disolver La Asamblea Constituyente, en diciembre de 1917, la asamblea más democrática hasta el momento que existía en Rusia y que contaba con delegados provenientes de todo el imperio abarcando el espectro político existente en ese momento. Asamblea en la que los bolcheviques tenían una exigua representación. 

Aprovecharon el momento justo, en el lugar justo. Esto es uno de los casos dónde el papel del individuo en la historia fue clave. Sin Lenin no habría existido “Revolución Rusa”  ya que la mayoría del Comité Central del Partido Bolchevique no estaba de acuerdo con lanzar ese órdago (incluyendo a Trotski y Stalin). Pero Lenin presionó y logró una exigua mayoría, suficiente para impulsar el mencionado ataque al poder central. 

Curiosamente ese papel, el del “individuo”, había sido negado en la historiografía marxista, considerando que los líderes encauzan pero no crean los grandes hechos históricos (véase el libro canónico de Plejánov “El papel del individuo en la Historia”). 


Pues bien, resumiendo, sin Lenin, otro habría sido el cantar... y quizá millones de rusos se habrían salvado de la masacre general de los años 30, incluyendo, por supuesto, a los mismos bolcheviques, aniquilados sus cuadros en los juicios estalinistas de mediados de esa década.

Emoción, religión y ciencia

13.11.2011

¿El valor cognitivo de las emociones? Me temo que la cosa es demasiado ambigua. Y Sartre se equivocó bastante en algunas de sus ideas, aunque hayan sido guiadas por sus emociones más auténticas. 

Una religión "dentro de los límites de la mera razón", o quizá de la "pura razón", es algo que me parece en si mismo contradictorio. Nuestra razón puede indicarnos que hay un misterio, pero no resolverlo. Que justamente es mi posición sobre la cuestión.

La creación del universo es algo muy complicado de entender, y los mitos pueden dar una salida a nuestra necesidad de saber, pero sólo una salida de "andar por casa". Por otro lado, la existencia de un ser supremo que es a la vez legislador (en particular de la conducta humana) resulta a ojos contemporáneos un concepto difícil de tragar, si no fuera que emociones tempranas, infantiles, han hecho ya la parte más difícil del camino.

Para los que, como yo, hemos tenido la suerte (o la desgracia, según se mire) de no recibir educación confesional en edades tempranas, resulta absurdo pensar en una causa primera que, además, legisla como una cámara de diputados y corte suprema unificados. Sin mencionar el hecho, aún más inverosímil, de que tal entidad tiene línea directa con determinados profetas para darles información privilegiada.


Esta última hipótesis es equivalente, en lenguaje de nuestros abuelos, a "comulgar con ruedas de molino". No obstante lo anterior, de sentido común por otro lado, no quita el valor cultural ni devalúa el papel de lo religioso en la historia del hombre. Al contrario, al separar radicalmente lo que nos sugieren nuestras emociones del discurso científico permite a “lo religioso” liberarse de las exigencias de lo concreto y relacionarse mejor con la parte artística del ser humano.

viernes, 18 de marzo de 2016

Combinar deber y placer en el aprendizaje de idiomas

23.11.2011

Creo, basado en mi experiencia, que es mejor abordar el aprendizaje de dos idiomas simultáneamente... que uno sólo. 
Sí, aunque mi propuesta parezca contraria al sentido común. Pero deberíamos probarla, antes de rechazarla. Puede funcionar muy bien sobre todo si el primer idioma elegido es el inglés (seleccionado por razones de utilidad); luego, el segundo, debería ser seleccionado por criterios puramente hedonistas. Quiero decir que uno elige no porque sea útil, sino solo para divertirse. Algo así como estudiar simultáneamente, inglés y swahili, o inglés e italiano, o inglés y japonés, o la combinación que más nos estimule. 
El segundo idioma, llevado de manera placentera, hará un buen equilibrio con el primero, facilitará comparaciones y ayudará a la ardua tarea de dominar una lengua no propia. 

A veces... el camino más corto es el aparentemente más largo.

Autoengaño... y sus funciones

27.11.2011

No he leído mucho sobre el "autoengaño"; no es un tema muy popular. 

En un libro ya antiguo de Eduardo Punset (El viaje al amor) éste comenta que "mentir conscientemente resulta agotador para el cerebro" (pág. 195) y arriesga la siguiente hipótesis: El autoengaño es mayor en aquellos que tienen facilidad para engañar a los demás. 

Es probable que sea así, aunque no se si existen pruebas empíricas de ello; en todo caso el autoengaño es omnipresente en nuestra vida cotidiana. La gente, nosotros, ve lo que quiere ver y siempre encuentra un motivo justificador para cualquier perrería que se hace al otro. 

Creo, o tiendo a pensar mejor dicho, que nos autoengañamos en lo trivial y también en lo importante, en nuestras motivaciones y en la valoración de propios y extraños. Y sin embargo se habla poco de ello. Y tampoco las revistas traen cuestionarios para saber "cuánto" nos autoengañamos, ni los suplementos dominicales de los diarios, que acostumbran a ilustrarnos sobre variedad de cuestiones de "autoayuda", dedican al tema algunas páginas. 


¿A que se debe -me pregunto- que una cuestión tan omnipresente e importante (ya que influye en nuestras decisiones y valoraciones), permanezca en la penumbra?

28.11.2011

Gandhi me impresionó mucho en su momento. Pero no era un buen ejemplo de estadista, a pesar de sus éxitos (baste considerar que aconsejaba a los europeos que se dejasen invadir por Hitler, sin oponer resistencia). 

Dices que la falta de autoestima puede ser un motivo para el autoengaño, y no lo dudo, pero la cuestión es que esa "falta" o debilidad, o simplemente peligro (a la propia autoestima) está en todos nosotros, aunque en algunos se note más. 
Hasta el hombre más templado puede dudar de sí, y por lo tanto el autoengaño sigue siendo necesario... cuando la realidad no es la que deseamos. 
El autoengaño no es algo casual, ni un deficit moral (solamente) es la manera que nuestra psiquis arregla la realidad para que no nos moleste. 

Realidad que puede ser alterada por nuestras acciones de manera crítica, hasta el punto de poner en cuestión nuestras motivaciones. Ahí entra el autoengaño poniendo un parche y eliminando una fisura amenazante para la básica seguridad del Yo.

Fraudes ¿inocentes?

22/12/2011

Estoy releyendo un libro que en su momento me gustó. Me refiero al de John Kenneth Galbraith, "La economía del fraude inocente", de Editorial Crítica, del 2004. Esta editorial se caracteriza por la excelente selección de sus títulos y en general todos sus libros son muy recomendables. Pero vamos a éste. El autor llama "fraude inocente" a lo que también podría recibir el nombre de "mentiras invisibles", o sea, aquellas que por haberse convertido en tópicos, lugares comunes, ya nadie se siente tentado a analizarlas. 
El "fraude inocente" surge de las creencias de quienes participan en el sistema; por lo tanto no originan ninguna sensación de culpabilidad, por el contrario, los que las proclaman se sienten apoyados por la razón y la evidencia de la experiencia. 
Un ejemplo de estos "fraudes" es la afirmación que del capitalismo puro y duro hemos pasado a un "sistema de mercado" cuyo poder reside en los consumidores compuestos por la inmensa mayoría de la población. Es el "mercado" el que manda; impersonal y eficiente, no se deja engañar por las maniobras de los políticos y los burócratas. 
El "mercado" dispensa así, neutralmente, sus beneficios y castiga a los que intentan burlarlo con dobles contabilidades o con presupuestos que incrementan la cuantiosa deuda de los países.

Pero esto anterior... es sólo un "fraude inocente" que proclaman los catedráticos de economía, viviendo en su burbuja de cristal académica. Detrás de este nombre "de mercado" se esconde el poder de los directivos de las grandes corporaciones que ni siquiera son los propietarios del capital -es decir sus principales accionistas- sino los integrantes de los equipos que las gobiernan y manipulan en todos los planos, empezando por los propios accionistas y terminando por esa gran masa de consumidores que está sometida al bombardeo planificado e inteligente de la publicidad y la creación de nuevos productos totalmente innecesarios.

Galbraith, famoso economista, integrante de organismos de alto nivel en su país e internacionales, conoce bien los entresijos del mundo académico. También los del gran mundo económico y político, y por lo tanto su denuncia, contundente y sintética, no es el resultado de una calentura adolescente ni de un bolchevismo anacrónico. Su opinión merece, por lo menos, analizarse a fondo. J.K.G. estima que medir el progreso social por el Producto Bruto Interno (PIB) es también un fraude. Los grandes logros culturales y científicos de la humanidad se han logrado en sociedades con un PIB muy bajo, a los criterios actuales, y además igualar con la palabra "trabajo" el esfuerzo gris, peligroso y repetitivo de muchos, con aquel que es fuente de gratificación personal, y de prestigio social... no sólo es una paradoja sino también origen de otros "fraudes inocentes". Se pregunta como puede ser que la remuneración mas generoso en nuestra sociedad se corresponda con los trabajos más gratificantes y que, para colmo, se acepte como una virtud el ocio de los más ricos, mientras el trabajo, el otro, el gris o peligroso es visto como muy encomiable para los más pobres.


Opino, sin ánimo de "sentar cátedra" que la mayoría de la población; la que recibe los magros beneficios en las épocas de bonanza y sobre la que recae todas las medidas extraordinarias, en épocas de contracción, debería tomar en cuenta esto que sugiere el profesor Galbraith, y no aceptar pasivamente el enfoque "oficial" sobre cómo debe salirse de la crisis. Entender que el "esfuerzo de todos" es una excelente afirmación... pero que puede esconder un "fraude inocente" (lo de "inocente" es un decir) que encubre la política más dura y clasista: socializar las pérdidas y privatizar las ganancias.

jueves, 17 de marzo de 2016

Los cínicos

28.12.2011

La filosofía en Atenas y en Roma no era lo que conocemos ahora. El propósito de los filósofos apuntaba a promover la transformación espiritual de sus seguidores. Releyendo el libro de Michel Onfray "Cinismos. Retrato de los filósofos llamados perros" de Paidós, 2002, uno se pregunta como pudo cortarse en el plano académico, aunque nunca de forma definitiva, ese buen uso de la razón para reflexionar sobre la vida y sus trampas.

También, y no hay porque negarlo ese enfoque llevó, en la antigüedad, a toda clase de excesos a los que se entregaron diferentes adeptos; pero más allá de esas exageraciones los cínicos cobran otro sentido, más positivo, si los pensamos como una forma de experimentación social que quizá necesitaríamos rescatar en nuestra época; un poco "atrancada" entre un capitalismo omnipresente y el fracaso de las experiencias socialistas y anarquistas del siglo pasado. 

En este sentido la relectura de los filósofos llamados Cínicos, podría ser un buen estimulante. Antes que nada hay que aclarar, para los no especialistas, que la palabra "cínico" no tiene nada que ver con lo que se entiende actualmente: desvergüenza, amoralidad, egoísmo mezclado con sadismo... y cosas parecidas. 

Los filósofos Cínicos recibieron ese nombre de su admiración por los perros en particular y por diversos animales en general. Buscaban la sencillez en las costumbres y la liquidación del yugo de las apariencias, las convenciones sociales y la moralidad que reduce al individuo a uno más entre la muchedumbre sumisa de las ciudades

En cierta forma se merecieron la crítica furibunda de filósofos de su época que se burlaban de sus costumbres y conductas... pero Michel Onfray sabe destacar lo que había detrás del gesto escandaloso y de la aparente indiferencia hacia las convenciones que obliga la convivencia permanente. Esas ideas que subyacen y que se han transmitido a través de los siglos merecen nuestra atención.

[conversación posterior]

José Biedma López 
Platón consideraba a Diógenes de Sínope un "Sócrates enloquecido". No hizo más que llevar hasta el absurdo el valor socrático de la autarquía, del autodominio y la independencia. Los cínicos de la antigüedad no están tan lejos como podría pensarse de las comunidades mendicantes de la Edad Media. Hay cierta soberbia en su posición, al no reconocer la dependencia del otro, y de los otros que constituyen la tradición.
28 de diciembre de 2011 a las 19:26


Carolus Brigantinus Barbatus 
A veces la verdad sólo está en boca de los “locos”. Diógenes solía salir por la puerta de entrada y se perfumaba los pies en vez de la cabeza (opinaba que así los efluvios le subían hasta la nariz en vez de perderse hacia arriba). Se alimentaban y realizaban sus necesidades en la vía pública, lo cual enfurecía y divertía a sus contemporáneos; pero también consideraban que se había que enseñar con "gestos" y no con discursos, lo cual implicaba que sus ideas debían concretarse en hechos y no quedar en la intimidad de sus discípulos. Diógenes se inspiraba en las virtudes perrunas, y así debía ladrar a los que eran vagos consigo mismos. Opinaba que los filósofos que no eran capaces de inquietar, como Platón, no servían para nada. Nada de géneros preciosos para vestir, un manto era adecuado para el sol y el frío, el báculo que solían llevar era una burla al orden establecido, ya que en esa época sólo los poderosos lo llevaban (ver ibidem, pág. 52). Negaban las "esencias" platonianas y afirmaban la existencia, de tal manera que recomendaban el onanismo si no se tenía pareja (era mejor olvidar el deseo después de consumarlo así que arder por él). Se inspiraban en los animales y en sus migraciones para saltarse las condiciones que afectaban la vida pero ensalzaban a las ranas, que al no poder escapar del agua que se congelan, saben aguantar sin morirse. En suma consideraban que se debía a la vez ser práctico, en la huída, e invulnerable si tocaba quedarse. Onfray destaca el principio básico que subyacía en sus enseñanzas: el sabio debe dominarse a si mismo y para ello entrena su voluntad, su mente y su cuerpo; no se entrega a un inútil ascetismo. Debe evitarse el esfuerzo inútil o aquel cuya única razón es el exhibicionismo. "Los hombres son infelices a causa de su propia estupidez" (ibidem, 65). La sabiduría se alcanza luego de numerosos intentos, ensayos, prácticas, pruebas y adversidades. Al igual que los artesanos y los músicos se alcanza luego de años de perseverancia hasta lograr la excelencia en la propia vida. Se inspiran en los animales para reconocer las principales virtudes pero agregan que en los humanos algo similar no es espontáneo sino que necesita de un duro entrenamiento. Evidentemente el Cinismo surgió en un momento dado, y no creo que deba aplicarse como modelo; pero muchas ideas que creemos modernas ya estaban discutidas (y practicadas) en la filosofía antigua, hasta que el "cerrojazo" impuesto por los Padres de la Iglesia, redujo toda especulación al estudio de los textos canónicos y a la oración, como medios privilegiados para alcanzar la sabiduría humana.
28 de diciembre de 2011 a las 20:40


José Biedma López 
La locura no tiene nada de sabia, aunque es cierto que no hay genialidad sin un grano de locura, cum granum salis. Hay poca compasión en el cinismo antiguo, ningún compromiso con las convenciones de la polis. Siempre me han recordado a los jipis, en realidad eran los jipis de la antigüedad. Has leído a Luciano de Samosata, sus Diálogos de tendencia cínica son una delicia. No hay tanto corte entre el cinismo y el cristianismo primitivo. Ciertos géneros como la sátira o la diatriba saltaron del cinismo al cristianismo, el sermón u homilía puede tener algo de la diatriba cínica...
31 de diciembre de 2011 a las 20:14 


Carolus Brigantinus Barbatus 
Yo hago (o por lo menos lo intento) una lectura actual de los cínicos. Quiero decir que presto atención a lo que ahora nos puede servir, como ideas o actitudes. No pretendo defender la escuela frente a otras; cada cual es hijo de su tiempo, pero siempre se puede aprender de la experiencia ajena. En este caso pienso que un "cínico" actual provocaría escándalo de otra manera, quizá al contrario de sus predecesores. No alabaría las fiestas, sino que las ignoraría por ser una manera de adormecer a la gente. Buscaría el orden, en un mundo desordenado, pero un orden no impuesto sólo por la costumbre o el poder. Seguiría rescatando el poder del individuo, minimizado cada vez más por las grandes corporaciones y los Estados omnipresentes... en fin, escandalizar es bueno cuanto sirve para llamar la atención sobre lo que aparenta ser de piedra, y sólo es de "cartón piedra". Lo que aparenta ser justo y sólo es el hábito cotidiano de la injusticia. Los cínicos antiguos destacaron el valor de la libertad, pero no en abstracto sino burlándose de las costumbres ¿no sería hora de llamar la atención sobre las supuestas virtudes que sirven, en la práctica, para encadenar a los hombres y convertirlos en masa? Yo no respondo a estas preguntas... sólo me las hago, lo cual, pienso, es básicamente la misma actitud de los cínicos; y por lo tanto me parecen interesantes.
1 de enero de 2012 a las 10:40 


José Biedma López 
Desde luego que son interesantes los cínicos antiguos, y haces muy bien en llamar la atención sobre sus ejemplos, Carlos. A fin de cuentas, pesa en nosotros más la naturaleza que la convención y nuestra soberbia tecnológica no es más que vanidad de vanidades... Sus actitudes, como la del niño, señalan la desnudez del emperador, ese mismo que debe dejar todos los días del año -o casi todos- su carroza para sentarse en un trono maloliente...

4 de enero de 2012 a las 21:51 ·