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sábado, 19 de junio de 2021
Triangular, para lograr satisfacer a los cuadrados
En segundo lugar porque la oposición advierte que en gran parte del pueblo español no son simpáticas las figuras de los condenados, sus propuestas y sus afirmaciones posteriores al juicio, por lo tanto ir contra sus indultos es ir en el sentido popular mayoritario.
sábado, 5 de junio de 2021
Partidos, representatividad... y otras hierbas.
Son unánimes, en España la crítica a los políticos: "que velan solo por sus intereses", "que no cumplen lo que dijeron", "que se burlan de sus electores" y toda una larga lista de comentarios peyorativos pero, quizá, sea llegada la hora de intentar pensar 'más a fondo' que hacen los políticos, por que lo hacen, que persiguen y cuales son sus fines que no se publican.
Habrá que buscar en otras disciplinas, ciencias o estudios académicos, lejanos de la política y sus propósitos más evidentes, para, quizá, encontrar nuevas pistas sobre este asunto que tan de cerca nos toca cuando, por ejemplo, pagamos el recibo de la luz y que, paradojalmente, tan lejos nos encuentra cuando se trata de conocer en que pasan su tiempo la gente que se dedica 'a la política'.
Muchas disciplinas que estudian tanto los organismos vivos cuanto la fisiología de éstos han encontrado un buen nivel de abstracción común hablando de "sistemas". Estos son formas de organización de las partes componentes de aquellos y tienen la característica de que a un nivel inferior o superior replican los mismos principios de organización; las mismas pautas para funcionar a su nivel.
Si vemos, por ejemplo a la gente que se dedica a la política, bien podríamos entenderla como formando un 'subsistema' dentro del conjunto del personal activo de un país, un estado o una nación. Sin entrar ahora en detalles.
El subconjunto de los 'políticos' son parte de un sistema mayor y también forman entre sí un sistema que tiene sus propios objetivos, reglas y maneras de actuar. Los políticos, no importa a que partido pertenezcan, son gente que dedica su tiempo laboral a la política, es decir a ocupar un lugar en la administración o, cuando no tienen ninguna parcela de poder, ocupan su tiempo en el partido político al que pertenecen, pagados por éste para poder subsistir como cualquier otra persona activa del sistema mayor.
Se podría decir que el político 'trabaja' en su empresa, o su oficina, como cualquier otro, con la única diferencia que el lugar de trabajo, su salario y sus remuneraciones globales pueden depender o de su partido político o del Estado, según haya alcanzado alguna clase de éxito en las elecciones periódicas para ocupar tales puestos.
El político tiene, por lo menos tres patrones a los cuales responder: a la jefatura de su partido, al jefe inmediato en la estructura el Estado (en el caso de que su partido haya ganado una parcela de poder en las elecciones) y a sus "representados", que son aquellos electores que lo han votado.
Los tres patrones se reducen a uno sólo cuando su partido está fuera del círculo del poder y no tiene ni siquiera un diputado o un concejal en un Ayuntamiento. El mismo patrón sigue existiendo en los otros casos, mucho mejores, que sucede cuando el político desempeña alguna función pública. Pero en este caso los nuevos patrones pueden llegar a ser menos definidos, según la función que ocupe y la clase de electores que lo han elevado a ésta.
No es lo mismo haber sido elegido directamente, que estar ocupando un puesto como fruto de una coalición política que puede llegar a ser tan variada y múltiple que el mismo político tendría problemas si quisiera localizar que parte de la población lo ha elegido. En casos así la confusión se elimina siguiendo a su patrón de siempre, es decir, a los que mandan en su partido.
Veremos con que problemas tiene que lidiar un ciudadano que ha decidido dedicarse a la política y ha empezado por afiliarse a un partido o, también otra posibilidad interesante, ha decidido fundar uno nuevo, o participar en tal creación. Pero aquí se plantea una cuestión inicial ¿Para qué dedicarse a la política como profesión? ¿no es mejor, y más descansado tener ideas políticas y dejar a otros la tarea de llevarlas a cabo?
Son distintos problemas el que debe tener en cuenta el analista o estudioso del fenómeno político: por un lado la existencias de ideas sobre como organizar la sociedad, o a que grupos, clases o miembros dar prioridad en la asignación de los limitados recursos que se disponen. También, y no menos importante, que hacer con los miembros más retrasados, más pobres de esta sociedad ¿darles un apoyo directo, o sólo promocionar a los más aptos, los más inteligentes y con más ambición en su lucha por progresar?
Y ¿que hay de la Historia? tenemos alguna clase de "destino" común que nos obliga a perseverar en ciertas políticas o podemos reiventarnos completamente siguiendo, solo, el ejemplo de nuestros vecinos.
En España, ahora, luego de décadas de democracia representativa y el descubrimiento de corruptelas importantes en todos los partidos, se plantea la cuestión de si es que existe una "Industria política" que genera una clase ociosa o parásita, en el sentido de que vive no tanto para solucionar los problemas de la gente sino para mantener toda clase de problemas vivos, de tal manera que siempre exista material emocional para alcanzar el poder, aunque no exista una real voluntad de acabar con ellos. Los "problemas" a los políticos les da vida, igual que a los periodistas y a todos aquellos que viven del ajetreo político social. Cuantas más reivindicaciones más motivos de movilización ciudadana y más necesidad de gestionar los nuevos "desafíos". Total: más política.
Son estas algunas de las cuestiones que se necesita investigar; alejándose un poco de las cuestiones cotidianas que por su aparente urgencia ocultan la formación de grandes grupos de interés que encuentran en esta lucha permanente su mejor forma de subsistencia personal.
(NOTA. Este artículo y los siguientes de esta serie no han sido publicados en facebook. Su mismo carácter hace inconveniente tal cosa.)
miércoles, 17 de junio de 2020
Estar "informados"
Leo un interesante artículo en Expansión... y simultáneamente pienso que esta información no aparece en la prensa no-especializada. Termino de leerlo y vuelvo a pensar que "estamos poco informados" si nos limitamos a leer el diario y ver las noticias en la tele o escuchar los informativos en la radio. O más bien tenemos la ilusión de estar bien informados, pero en realidad son 'noticias' que se repiten hasta el hartazgo... luego no son 'noticias' sino 'pocos-hechos' muy hablados.Para enterarse un poco, pero de verdad, como va el mundo hay que rastrear múltiples medios de comunicación, cosa que no hace un ciudadano común. A mi me gusta, por vicio profesional, investigar en 'las tendencias' sociales, pero uno puede abarcar poco. Imagino que si tuviera cuatro amigos más, con el mismo instinto rastreador ¡cuánto más me enteraría de el mundo actual!
miércoles, 10 de junio de 2020
La telaraña
Haré la recensión del libro, publicado por Ariel, de Juan Pablo Cardenal (1968), "La telaraña. La trama exterior del procés", febrero 2020, con prólogo de José Ignacio Torreblanca. Cardenal es corresponsal en China de El Economista, y según Wikipedia reside en Hong Kong, escribió "La silenciosa conquista china", Crítica, 2011, dónde describe como China ha desplegado un poder gradual y actualmente omnipresente en todas partes del mundo. https://books.google.com.uy/books/about/La_silenciosa_conquista_china.html?id=jQ2fvBVpQpYC&redir_esc=y&hl=es
El prólogo es de Torreblanca, también periodista que ocupó el cargo de jefe de opinión en El País, en febrero del 2918, cuando grupo PRISA lo dirigía Juan Luis Cebrían, y director de la oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations, describe la actividad de este periodista y en que condiciones llegó a escribir su nuevo libro "La telaraña".
En este libro se analiza la campaña sistemática que han realizado los distintos gobiernos de Cataluña desde hace décadas, pero que se aceleró a partir de febrero del 2012, creando una gigantesca red de relaciones públicas para divulgar las mentiras y verdades sesgadas que promocionó el catalanismo separatista.
Esta red creada "artificialmente con fondos públicos, (y que está) dirigida por personas de contrastado pedigrí nacionalista o que se hicieron soberanistas por el camino (...) Un plan para meter mano y dominar hasta el último rincón de la sociedad catalana. O lo que es lo mismo, un proyecto de ingeniería social en toda regla. (...) Según el informe 1.319 del Tribunal de Cuentas, la Generalitat gastó en acción exterior al menos 417 millones de euros entre 2011 y 2017, una parte de los cuales se destinaron en exclusiva a impulsar en el extranjero la secesión de Cataluña.
(...) El dineral procedente de los contribuyentes sirvió, por tanto, para poner en marcha una fabulosa maquinaria de lobby y agitprop en el exterior capitaneada por el Ejecutivo catalán a través del Departamento de Acción Exterior, de las delegaciones doce países y del Diplocat, un consorcio público-privado que se nutre casi en su totalidad de fondos públicos. (Esta financiación pública permitió los) cuarenta y cinco viajes internacionales de Mas, Puigdemont y varios consejos para impulsar el procés, hasta la producción de informes jurídicos, documentos y proyectos editoriales o audiovisuales, además de eventos e iniciativas culturales compatibles con la causa.
Solo Diplocat organizó setecientas cincuenta y una actividades, entre ellas cientos de debates, seminarios y conferencias en instituciones académicas de medio mundo. También contrataron empresas de lobby que promovieron durante años sus objetivos políticos en todas las capitales europeas y en Estados Unidos. Asimismo, facilitaron la publicación de ochenta y un artículos de opinión y más de noventa entrevistas en las principales cabeceras del mundo. Y organizaron visitas de personalidades a Barcelona, concedieron subvenciones, divulgaron argumentarios y reclutaron a observadores internacionales para blanquear su causa.
(...) El otro gran foco de activismo en el extranjero son los investigadores y académicos catalanes que imparten docencia en las más prestigiosas instituciones académicas anglosajonas. Aprovechando su libertad de cátedra, organizan en los campus universitarios actividades docentes que abordan la crisis catalana que de forma recurrente derivan en groseros aquelarres contra España. El proselitismo militante que se estila en instituciones como la Universidad de Georgetown, la Universidad de Nueva York, la Universidad de Standorf, la Universidad de Cambridge o la London School of Economics, queda documentada. En ocasiones, por increíble que parezca, toda esa propaganda antiespañola se divulgó gracias a la inestimable ayuda de financiación española, tanto institucional como privada, o incluso desde algunos departamentos de español canibalizados para mostrar la cara amable del independentismo.
Los académicos, algunos acérrimos activistas, aprovechan la presunción de veracidad de la que gozan como académicos y el gran desconocimiento existente sobre Cataluña en el extranjero para colar un relato totalmente sesgado de los hechos. Un relato que plasman en sus trabajos académicos, sobre todo en el ámbito de la Ciencia Política, que acaban siendo citados repetidamente por esos mismos docentes para construir artificialmente un corpus de literatura que les permita dominar también el relato en las publicaciones en inglés. Muchos de esos académicos independentistas provienen de un modelo educativo en Cataluña que, desde la guardería hasta la Universidad Pompeu Fabra, favorece a las élites catalanohablantes. Un modelo que permite capitalizar las oportunidades a los miembros del clan."
Termino aquí, aunque me cuesta no citar más partes de este imprescindible texto que TODOS los españoles, y sobre todo los catalanes, deberíamos conocer para entender el título que a primeras parece tremendista "la telaraña" pero que una vez recorridas sus páginas nos parece que se queda corto porque es la operación más incisiva y repelente que unas elites españolas están realizando para lograr la separación de una parte del territorio, a fin de gobernar en él con absoluta impunidad eliminando todos los controles que podrían derivarse del Estado plural español.
Deberíamos leerlo, insisto, como una necesidad política... para entender que no se puede negociar nada, absolutamente nada, con esa minoría traidora que desde hace décadas está impulsando este proceso de deslealtad sistemática. Y, por supuesto, también deberíamos conocer lo que realmente sucede para frenar las veleidades negociadoras de políticos cortoplacistas que están dispuestos a negociar parcelas de poder político con aquellos que siguen impulsando este "procés" de lesa traición a nuestro pueblo.
https://www.pasajeslibros.com/libros/la-telarana/9788434431621/