Entradas desordenadas:

Facebook no facilita la posibilidad de rescatar entradas antiguas con comodidad, así que el desorden cronológico con que se suceden en este blog se debe a ello. Sólo con tiempo y paciencia se puede ir cada vez más atrás localizando reflexiones y pensamientos dignos de ser recuperados; la búsqueda resulta muy cansadora. Este blog hace una selección de la participación de Brigantinus desde su inicio... e introduce otras posibilidades no previstas en su origen... como "lo que no escribí en facebook" ... que, según creo, es la que encuentro más atractiva.

sábado, 19 de junio de 2021

Triangular, para lograr satisfacer a los cuadrados

 Intentemos una interpretación de la política del gobierno de Sánchez al pretender indultar a los condenados en los juicios contra el separatismo, a partir de octubre del 2017.


Supongamos que el gobierno pretende resolver la situación que se ha estancado en dos bloques: los separatistas que buscan a toda costa la independencia catalana y los constitucionalistas que no la aceptan y mucho menos por procedimientos que ignoran la constitución actual. En cada bando hay matices ente grupos pero en la práctica estos desaparecen frente a la línea divisora principal: o independencia o seguir como hasta ahora.

Dick Morris, en "Juegos de Poder" habla de la "triangulación como estrategia para solucionar los problemas. Frente a dos posiciones encontradas se ofrece un tercer enfoque que toma lo mejor de los enfrentadas. Esta tercera opción busca una agenda propia, nueva que incluya soluciones tolerables para los diversos grupos en conflicto.

Podría ser así, que Sánchez levantara con su mano una tercera manera para salir del pozo: se indultan a los condenados, que ya han pasado varios años en la cárcel, aunque entrando y saliendo de una manera muy liberal, y con este indulto se facilita una mesa de negociaciones dónde la cuestión de la independencia se discutirá largo y tendido.

El tema pasa a ser "conversado" y mientras tanto las relaciones entre el gobierno central y el gobierno regional catalán crecen y se estrechan en tareas de bien común, o mejor dicho, en tareas que alegran a la parte catalana desde el punto de vista económico y social.

Esta podría ser el enfoque del gobierno central que busca, simultáneamente, contar con los votos de la minoría catalana para completar su exigua mayoría; haciendo así posible la continuación de la legislatura hasta su final programado. 

¿Por qué tal triangulación del problema no satisface a la oposición al gobierno que es a la vez contraria al separatismo? En primer lugar ninguna solución puede satisfacerla porque la idea de la oposición es nítida: cualquier acuerdo con el gobierno solo sirve para hacerlo durar más tiempo. 

En segundo lugar porque la oposición advierte que en gran parte del pueblo español no son simpáticas las figuras de los condenados, sus propuestas y sus afirmaciones posteriores al juicio, por lo tanto ir contra sus indultos es ir en el sentido popular mayoritario.
También la oposición advierte al gobierno que los indultos solo crearan una apariencia de 'normalidad¡ porque en Cataluña los separatistas no se han apartado una coma de su propósito de separarse del Estado español, y por lo tanto no hay negociación para ellos sino solo como arreglar los plazos y las condiciones de la futura independencia.

Y por último la misma oposición apuesta a que la misma operación de triangulación sea un gran paso en falso que ponga al gobierno a los pies de los caballos separatistas haciendo evidente para todos que su caída es una necesidad perentoria del sistema constitucional. 

En este panorama la operación gubernamental sólo se puede sostener si los separatistas, o una parte importante de ellos, se une a la idea de hecho, aunque exteriormente se manifiesten dudas, de manera de que sus seguidores no se inquieten por los acuerdos que alejen cada vez más los plazos de la secesión. 

O dicho con otras palabras: La triangulación gubernamental, la propuesta de salir del pozo tiene posibilidades si un sector importante del separatismo advierte que es una rama dónde asirse para salir de un tembladeral del que, por si mismo, no tiene ninguna forma de lograrlo. Yo te ayudo, tu me ayudas, nosotros nos ayudamos mientras seguimos peleando en la reuniones como parte del ritual de conciliación.

En la práctica política tales acuerdos supondrían volver, lentamente, al punto de partida del 2010 y renegociar un nuevo pacto de Estatut que recuerde al chiste aquel de "¿cómo es un caballo dibujado por un comité: un animal que está a mitad de camino entre un camello y un dromedario". 

Si todo se hace razonablemente bien los militantes de todos los bandos se quedarán con la ilusión de que se sigue avanzando... hacia horizontes opuestos. Y en el largo plazo 'todos muertos', así que no habrá porque preocuparse. 


Nota: (este artículo no ha sido publicado)

sábado, 5 de junio de 2021

Partidos, representatividad... y otras hierbas.

 Son unánimes, en España la crítica a los políticos: "que velan solo por sus intereses", "que no cumplen lo que dijeron", "que se burlan de sus electores" y toda una larga lista de comentarios peyorativos pero, quizá, sea llegada la hora de intentar pensar 'más a fondo' que hacen los políticos, por que lo hacen, que persiguen y cuales son sus fines que no se publican.

Habrá que buscar en otras disciplinas, ciencias o estudios académicos, lejanos de la política y sus propósitos más evidentes, para, quizá, encontrar nuevas pistas sobre este asunto que tan de cerca nos toca cuando, por ejemplo, pagamos el recibo de la luz y que, paradojalmente, tan lejos nos encuentra cuando se trata de conocer en que pasan su tiempo la gente que se dedica 'a la política'.

Muchas disciplinas que estudian tanto los organismos vivos cuanto la fisiología de éstos han encontrado un buen nivel de abstracción común hablando de "sistemas". Estos son formas de organización de las partes componentes de aquellos y tienen la característica de que a un nivel inferior o superior replican los mismos principios de organización; las mismas pautas para funcionar a su nivel.

Si vemos, por ejemplo a la gente que se dedica a la política, bien podríamos entenderla como formando un 'subsistema' dentro del conjunto del personal activo de un país, un estado o una nación. Sin entrar ahora en detalles.

El subconjunto de los 'políticos' son parte de un sistema mayor y también forman entre sí un sistema que tiene sus propios objetivos, reglas y maneras de actuar. Los políticos, no importa a que partido pertenezcan, son gente que dedica su tiempo laboral a la política, es decir a ocupar un lugar en la administración o, cuando no tienen ninguna parcela de poder, ocupan su tiempo en el partido político al que pertenecen, pagados por éste para poder subsistir como cualquier otra persona activa del sistema mayor.

Se podría decir que el político 'trabaja' en su empresa, o su oficina, como cualquier otro, con la única diferencia que el lugar de trabajo, su salario y sus remuneraciones globales pueden depender o de su partido político o del Estado, según haya alcanzado alguna clase de éxito en las elecciones periódicas para ocupar tales puestos.

El político tiene, por lo menos tres patrones a los cuales responder: a la jefatura de su partido, al jefe inmediato en la estructura el Estado (en el caso de que su partido haya ganado una parcela de poder en las elecciones) y a sus "representados", que son aquellos electores que lo han votado.

Los tres patrones se reducen a uno sólo cuando su partido está fuera del círculo del poder y no tiene ni siquiera un diputado o un concejal en un Ayuntamiento. El mismo patrón sigue existiendo en los otros casos, mucho mejores, que sucede cuando el político desempeña alguna función pública. Pero en este caso los nuevos patrones pueden llegar a ser menos definidos, según la función que ocupe y la clase de electores que lo han elevado a ésta. 

No es lo mismo haber sido elegido directamente, que estar ocupando un puesto como fruto de una coalición política que puede llegar a ser tan variada y múltiple que el mismo político tendría problemas si quisiera localizar que parte de la población lo ha elegido. En casos así la confusión se elimina siguiendo a su patrón de siempre, es decir, a los que mandan en su partido. 

Veremos con que problemas tiene que lidiar un ciudadano que ha decidido dedicarse a la política y ha empezado por afiliarse a un partido o, también otra posibilidad interesante, ha decidido fundar uno nuevo, o participar en tal creación.  Pero aquí se plantea una cuestión inicial ¿Para qué dedicarse a la política como profesión? ¿no es mejor, y más descansado tener ideas políticas y dejar a otros la tarea de llevarlas a cabo?

Son distintos problemas el que debe tener en cuenta el analista o estudioso del fenómeno político: por un lado la existencias de ideas sobre como organizar la sociedad, o a que grupos, clases o miembros dar prioridad en la asignación de los limitados recursos que se disponen. También, y no menos importante, que hacer con los miembros más retrasados, más pobres de esta sociedad ¿darles un apoyo directo, o sólo promocionar a los más aptos, los más inteligentes y con más ambición en su lucha por progresar? 

Y ¿que hay de la Historia? tenemos alguna clase de "destino" común que nos obliga a perseverar en ciertas políticas o podemos reiventarnos completamente siguiendo, solo, el ejemplo de nuestros vecinos.

En España, ahora, luego de décadas de democracia representativa y el descubrimiento de corruptelas importantes en todos los partidos, se plantea la cuestión de si es que existe una "Industria política" que genera una clase ociosa o parásita, en el sentido de que vive no tanto para solucionar los problemas de la gente sino para mantener toda clase de problemas vivos, de tal manera que siempre exista material emocional para alcanzar el poder, aunque no exista una real voluntad de acabar con ellos. Los "problemas" a los políticos les da vida, igual que a los periodistas y a todos aquellos que viven del ajetreo político social. Cuantas más reivindicaciones más motivos de movilización ciudadana y más necesidad de gestionar los nuevos "desafíos". Total: más política.

Son estas algunas de las cuestiones que se necesita investigar; alejándose un poco de las cuestiones cotidianas que por su aparente urgencia ocultan la formación de grandes grupos de interés que encuentran en esta lucha permanente su mejor forma de subsistencia personal.

(NOTA. Este artículo y los siguientes de esta serie no han sido publicados en facebook. Su mismo carácter hace inconveniente tal cosa.)

miércoles, 17 de junio de 2020

Estar "informados"

(publicado el 17-96-20)
Leo un interesante artículo en Expansión... y simultáneamente pienso que esta información no aparece en la prensa no-especializada. Termino de leerlo y vuelvo a pensar que "estamos poco informados" si nos limitamos a leer el diario y ver las noticias en la tele o escuchar los informativos en la radio. O más bien tenemos la ilusión de estar bien informados, pero en realidad son 'noticias' que se repiten hasta el hartazgo... luego no son 'noticias' sino 'pocos-hechos' muy hablados.Para enterarse un poco, pero de verdad, como va el mundo hay que rastrear múltiples medios de comunicación, cosa que no hace un ciudadano común. A mi me gusta, por vicio profesional, investigar en 'las tendencias' sociales, pero uno puede abarcar poco. Imagino que si tuviera cuatro amigos más, con el mismo instinto rastreador ¡cuánto más me enteraría de el mundo actual!
Pero es una utopía, concluyo. En España, y en general en los países latinos, nos va más el criticar que el enterarnos. Con una migaja construímos una montaña; en realidad es un 'cerro', pero para nuestra imaginación es el Everest. Nos falta el trabajo colectivo, en equipo, no importa que éste sea grande o pequeño... siempre falta. Sin embargo ignoramos tal ausencia. Más aún, en nuestros países se da un fenómeno paradójico: nos creemos que por charlar mucho sabemos también mucho; pero en realidad cuanto más charlamos menos sabemos... porque las ideas que van y vienen se adelgazan cada vez un poco más, y terminan siendo la sombra de lo que una vez fueron.
¡Ah! suspiro. Si tanta energía se convirtiera en trabajo real, imagino. Si las tertulias fuesen los puntos intermedios, como estaciones de un ferrocarril, de un proceso de comprensión progresivo... pero no, quizá sea pedir peras al olmo. Nuestro 'olmo' se parece a un tiovivo, una calesita, un artefacto mecánico que gira sobre si mismo y que por más vueltas que dé nunca sale del mismo lugar dónde se encuentra.

miércoles, 10 de junio de 2020

La telaraña

(publicado en Facebook, el 10-06-20)

Haré la recensión del libro, publicado por Ariel, de Juan Pablo Cardenal (1968), "La telaraña. La trama exterior del procés", febrero 2020, con prólogo de José Ignacio Torreblanca. Cardenal es corresponsal en China de El Economista, y según Wikipedia reside en Hong Kong, escribió "La silenciosa conquista china", Crítica, 2011, dónde describe como China ha desplegado un poder gradual y actualmente omnipresente en todas partes del mundo. https://books.google.com.uy/books/about/La_silenciosa_conquista_china.html?id=jQ2fvBVpQpYC&redir_esc=y&hl=es

El prólogo es de Torreblanca, también periodista que ocupó el cargo de jefe de opinión en El País, en febrero del 2918, cuando grupo PRISA lo dirigía Juan Luis Cebrían, y director de la oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations, describe la actividad de este periodista y en que condiciones llegó a escribir su nuevo libro "La telaraña".

En este libro se analiza la campaña sistemática que han realizado los distintos gobiernos de Cataluña desde hace décadas, pero que se aceleró a partir de febrero del 2012, creando una gigantesca red de relaciones públicas para divulgar las mentiras y verdades sesgadas que promocionó el catalanismo separatista.

Esta red creada "artificialmente con fondos públicos, (y que está) dirigida por personas de contrastado pedigrí nacionalista o que se hicieron soberanistas por el camino (...) Un plan para meter mano y dominar hasta el último rincón de la sociedad catalana. O lo que es lo mismo, un proyecto de ingeniería social en toda regla. (...) Según el informe 1.319 del Tribunal de Cuentas, la Generalitat gastó en acción exterior al menos 417 millones de euros entre 2011 y 2017, una parte de los cuales se destinaron en exclusiva a impulsar en el extranjero la secesión de Cataluña.

(...) El dineral procedente de los contribuyentes sirvió, por tanto, para poner en marcha una fabulosa maquinaria de lobby y agitprop en el exterior capitaneada por el Ejecutivo catalán a través del Departamento de Acción Exterior, de las delegaciones doce países y del Diplocat, un consorcio público-privado que se nutre casi en su totalidad de fondos públicos. (Esta financiación pública permitió los) cuarenta y cinco viajes internacionales de Mas, Puigdemont y varios consejos para impulsar el procés, hasta la producción de informes jurídicos, documentos y proyectos editoriales o audiovisuales, además de eventos e iniciativas culturales compatibles con la causa.

Solo Diplocat organizó setecientas cincuenta y una actividades, entre ellas cientos de debates, seminarios y conferencias en instituciones académicas de medio mundo. También contrataron empresas de lobby que promovieron durante años sus objetivos políticos en todas las capitales europeas y en Estados Unidos. Asimismo, facilitaron la publicación de ochenta y un artículos de opinión y más de noventa entrevistas en las principales cabeceras del mundo. Y organizaron visitas de personalidades a Barcelona, concedieron subvenciones, divulgaron argumentarios y reclutaron a observadores internacionales para blanquear su causa.

(...) El otro gran foco de activismo en el extranjero son los investigadores y académicos catalanes que imparten docencia en las más prestigiosas instituciones académicas anglosajonas. Aprovechando su libertad de cátedra, organizan en los campus universitarios actividades docentes que abordan la crisis catalana que de forma recurrente derivan en groseros aquelarres contra España. El proselitismo militante que se estila en instituciones como la Universidad de Georgetown, la Universidad de Nueva York, la Universidad de Standorf, la Universidad de Cambridge o la London School of Economics, queda documentada. En ocasiones, por increíble que parezca, toda esa propaganda antiespañola se divulgó gracias a la inestimable ayuda de financiación española, tanto institucional como privada, o incluso desde algunos departamentos de español canibalizados para mostrar la cara amable del independentismo.

Los académicos, algunos acérrimos activistas, aprovechan la presunción de veracidad de la que gozan como académicos y el gran desconocimiento existente sobre Cataluña en el extranjero para colar un relato totalmente sesgado de los hechos. Un relato que plasman en sus trabajos académicos, sobre todo en el ámbito de la Ciencia Política, que acaban siendo citados repetidamente por esos mismos docentes para construir artificialmente un corpus de literatura que les permita dominar también el relato en las publicaciones en inglés. Muchos de esos académicos independentistas provienen de un modelo educativo en Cataluña que, desde la guardería hasta la Universidad Pompeu Fabra, favorece a las élites catalanohablantes. Un modelo que permite capitalizar las oportunidades a los miembros del clan."

Termino aquí, aunque me cuesta no citar más partes de este imprescindible texto que TODOS los españoles, y sobre todo los catalanes, deberíamos conocer para entender el título que a primeras parece tremendista "la telaraña" pero que una vez recorridas sus páginas nos parece que se queda corto porque es la operación más incisiva y repelente que unas elites españolas están realizando para lograr la separación de una parte del territorio, a fin de gobernar en él con absoluta impunidad eliminando todos los controles que podrían derivarse del Estado plural español.

Deberíamos leerlo, insisto, como una necesidad política... para entender que no se puede negociar nada, absolutamente nada, con esa minoría traidora que desde hace décadas está impulsando este proceso de deslealtad sistemática. Y, por supuesto, también deberíamos conocer lo que realmente sucede para frenar las veleidades negociadoras de políticos cortoplacistas que están dispuestos a negociar parcelas de poder político con aquellos que siguen impulsando este "procés" de lesa traición a nuestro pueblo.

https://www.pasajeslibros.com/libros/la-telarana/9788434431621/

domingo, 7 de junio de 2020

Houston, TENDREMOS un problema

Hay variadas opiniones sobre un mal que se percibe colectivamente: gobierno y oposición son incapaces de mantener una colaboración constructiva. Tienden a destruirse, o en el mejor de los casos, a ignorarse. Sus diálogos son aparentes y sus visiones de la realidad opuestas. No suele haber términos medios ni soluciones de compromiso, salvo en los casos en que la aritmética parlamentaria los hace estrictamente necesarios.El Gobierno Sánchez ha exacerbado tal problema porque surgió de un ataque parlamentario inesperado y que al principio parecía inoperante.Pero con su triunfo provisional generó un mar de fondo que aún estamos soportando, sólo que ahora está acompañado de una tormenta en toda regla. Quizá para los políticos tal situación sea normal y comprensible (aunque coincidan en que el panorama sería mucho más pacífico si los opositores cambiaran de opinión). Pero los ciudadanos 'de a pie,' que somos todos los que no tenemos a la política como profesión o interés principal (excluyendo a militantes, periodistas y personal comprometido) lo que hacen los políticos resulta extravagante, ininteligible y a veces perverso.
Observo, siento, entre políticos y ciudadanos no politizados un divorcio radical; tan completo como el que se da entre gobierno y oposición. Hay así una doble fractura social: entre políticos entre sí y entre políticos y ciudadanos normales. La primera fractura es tolerable (aunque no deseable), la segunda es altamente peligrosa... sobre todo a mediano plazo. Y puede llegar a ser explosiva si coincide con otras fracturas que también se dan en la sociedad: ricos-pobres, instruídos-estudios mínimos, lugares de origen con emociones en pugna, lenguas excluyentes, razas diferentes, etc.
Algunos estudiosos opinaban, en tiempos pasados, que cuando la mayoría de las contradicciones sociales se alineaban coincidiendo en dos bandos opuestos, entonces teníamos el desarrollo de una revolución, o guerra civil, o dictadura populista. En cualquier caso la democracia se vacía de contenido, pura cáscara, y se llega a un régimen autoritario como consecuencia inevitable.Tengo la sensación de que en España estaríamos cerca de esa fusión de fracturas... si no fuese porque la U.E. actúa de paraguas, pararrayos y colchón simultáneamente. Sin la presencia benéfica, y a la vez intimidatoria, de la Unión supongo que ya habría estallado el Régimen actual.Más ahora se ha agregado un nuevo ingrediente al coctel político: la U.E. está en su momento más débil, y la acometida del Corona Virus ha puesto al descubierto sus vergüenzas. Las razones de esta debilidad son variadas y van desde la construcción de una moneda única sin una efectiva unión económica, hasta la separación de uno de los Estados más importantes del Unión: G.B. Sin descartar una razón muy profunda: ya no existe el idealismo europeo porque la segunda guerra mundial está semi olvidada.
Además nunca la Unión dejó de ser un fenómeno político y administrativo; lo cual es mucho pero a la vez es muy poco. La Unión nunca alcanzó el corazón de sus habitantes; no existe algo así como "patriotismo" europeo, ni nunca se intentó formarlo, porque entraría en contradicción con el patriotismo nacional mucho más fuerte. Por lo tanto la Unión se parece más a un edificio en construcción que ya tiene estructura, paredes y servicios fundamentales, pero que aún no se ha convertido en un hogar compartido por todos sus inquilinos... salvo para okupas desesperados que generalmente provienen de extramuros. No digo que sea así, la metáfora no es perfecta, pero se le asemeja, sobre todo en épocas de crisis como la presente.
Con una Unión imperfecta, quebradiza por su incompleta integración y atenazada por populismos nacionales, o locales, la situación en nuestro país es aún más delicada. O hacemos algo para superar el divorcio entre políticos y ciudadanos, o los hechos actuarán conforme a su lógica subyacente. Y ésta es muy sencilla: ganará el más fuerte. Tendremos la satisfacción inmediata de ver como se ahogan los políticos corruptos y los nacionalismos periféricos imbéciles... pero será un placer corto y breve porque luego sufriremos colectivamente una vuelta atrás en nuestra convivencia política con un alto coste económico y político. No nos engañemos, la convivencia es difícil pero a la larga se mejora y el resultado termina siendo el progreso colectivo. Si la Segunda República no hubiese abortado su camino las viejas rencillas se habrían olvidado o superado y el país como un todo habría ganado. Ojalá las emociones no nos venzan y podamos superar tiempos tan agitados.

jueves, 21 de mayo de 2020

Salir o reventar

(Publicado el 21-05-20)

Escuchar a Sábato, en 1977, me ha conmovido profundamente. No creo que cualquiera que lo escuche en este vídeo sienta lo mismo. Para ello tendría que haber estado en Buenos Aires, en 1976, y haber visto como desaparecían bruscamente amigos cercanos. Al lado de aquellos estos tiempos, éstos son demasiado muelle, blanditos como mejilla de muchacha. Y suscribo a D. Ernesto en su rechazo visionario de la violencia ingenua y también malévola con qué se puede hundir a un país. Pero disiento de él en tanto creo que es hora de abandonar a los ideólogos del siglo XIX y XX para buscar nuevos horizontes acordes con los nuevos desafíos. Si las viejas recetas fueran buenas... entonces mejor volver a la Biblia y a las viejas oraciones del Talmud.
Pero si los nuevos tiempos requieren dar un salto cuántico en nuestro pensamiento, entonces ahora es el momento, porque estamos en la bisagra de dos mundos. Uno que se autolimenta de resentimientos pasados y otro que avizora un cosmos que se abre a nuevas conquistas y desafíos humanos. Y aunque parezca una utopía (¡siempre hablando de esta palabra!) necesitamos salir de la Tierra, porque ésta ya es demasiado pequeña para la especie, y quedarnos en ella es convertirla en una jaula dónde las ratas se despedazan entre sí.
Sí, somos ratas, pero ratas inteligentes, más inteligentes que nuestras peludas hermanas grises, y necesitamos salir fuera desesperadamente. No sólo fuera de nuestra casa, sino fuera de nuestro planeta. Y aunque parezca utopía, es la única respuesta, tal como lo veo, válida para este complejo siglo en el que estamos. Carl Sagan lo vió tan claro que nadie lo entendió; quizá fue un profeta. En realidad lo fue: necesitamos, como especie nuevos desafíos, explorar nuevas tierras con nuevos peligros, más allá de nuestro lógica y nuestra filosofía. Sólo en la exploración del universo cercano, como en el siglo XVI, los mejores saldrán fuera y expandirán drásticamente nuestras fronteras mentales. Quedará mucha gente dentro, como en la Europa de aquella época, pero los que quedan tendrán otro horizonte existencial en la cabeza si no para ellos, sí para sus hijos y nietos. Y el mundo (humano) tendrá que recomponerse para hacerse eficaz y eficiente en los nuevos desafíos. Sin ellos, vuelvo a repetirme, estamos condenados a revivir el viejo mundo de las rencillas que nunca acaban en nada.
Si tuviéramos dos dedos de frente volcaríamos todo el esfuerzo de la especie en impulsar la ciencia y la ingeniería capaz de construir las naves estelares que nos conduzcan a otros mundos. Y en paralelo desarrollar las ideas y el marco de referencia necesario para afrontar lo que nos espera. El ser humano necesita de grandes desafíos y de tremendos peligros para dar de sí todo lo que tiene de bueno. De otra manera tanta inteligencia se vuelve contra sí envenenándolo lentamente.

miércoles, 25 de marzo de 2020

En la tormenta

Publicado el 26 de marzo de 2020.

En estas horas de confinamiento, que en mi caso también son durísimas porque estaba todo el día haciendo cosas fuera de mi casa, trato de aprovechar el ocio inesperado para repensar cosas que ya las sé, cierto, pero que rumiarlas es también tarea productiva. Observo que darle vueltas y vueltas a ciertas ideas, y principios, es tarea creativa aunque a primera vista no lo parezca.
Otra cosa, muy distinta, es rumiar antiguos rencores, conflictos, desacuerdos y enemistades. Todo eso hace daño. Daño tan invisible como el virus que ha trastornado nuestra vida cotidiana, pero no menos letal.Me duele, y lo confieso, la crítica despiadada actual al gobierno; y no porque lo apoye ya que no es santo de mi devoción, lo declaro públicamente, sino porque habla muy mal de nosotros como pueblo. Es como si en un bote, en plena tormenta, la tripulación en vez de achicar y darse ánimos se dedicase a atacar a su capitán.
Por supuesto que no es así masivamente, y esto me tranquiliza; pero las Redes, espejo incompleto y deformante de la realidad, ofrecen otra imagen, mucho menos benévola.
Por eso me hago la promesa, aquí, de no criticarlo, ni siquiera a los separatistas (aunque me cueste horrores), y tratar de ver lo mejor de nosotros como comunidad histórica y geográfica. Estamos en el extremo de Europa, y esto puede ser malo ya que el centro es más importante, pero también es bueno, porque desde ese extremo avizoramos el horizonte y los peligros lejanos. Así lo pienso.